Más de 960 efectivos de la Policía Nacional han sido depurados

Tegucigalpa.- Más de 960 altos oficiales y agentes han sido destituidos de la Policía de Honduras como parte de un proceso de depuración de la institución iniciado en abril pasado, informó hoy la comisión encargada de ese proceso.
Desde que inició operaciones, en abril, la Comisión de Reestructuración y Reforma de la Secretaría de Seguridad y Policía Nacional de Honduras ha evaluado a 1.817 oficiales, de estos 963 han sido dados de baja, indicó ese comité en un informe.
Otros 14 oficiales están suspendidos del cargo «para facilitarles a otros operadores de justicia la realización de investigaciones», mientras que 77 se han retirado de manera voluntaria de la institución, indicó la comisión depuradora de la Policía nombrada por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con el informe, del total de policías evaluados, 27 continúan bajo investigación, aunque no detalla por cuáles delitos, en tanto 736 han sido incorporados a la nueva estructura orgánica de la Policía hondureña.
El presidente Hernández aceleró el proceso de depuración de la Policía, que inició en 2011 pero sin los resultados esperados, tras la denuncia del diario hondureño El Heraldo y The New York Times, en abril, sobre oficiales y otros agentes de la Policía que habrían participado en el crimen en 2009 del zar antidrogas Julián Arístides González y el exasesor antidrogas Alfredo Landaverde, en 2011.
Según las publicaciones, la muerte de González fue supuestamente planificada por la cúpula de la Policía y otros cargos a petición de un narcotraficante hondureño.
La comisión encargada de la depuración policial indicó que ha pedido al Ministerio Público que investigue penalmente a 455 oficiales, incluidos tres generales, y agentes de escala básica (rango menor) de ese organismo de seguridad, aunque no precisa su identidad, por «la supuesta comisión de ilícitos, actos corruptos y acciones delincuenciales».
La comisión especial la integran la expresidenta de la Corte Suprema de Justicia Vilma Morales, el pastor evangélico Alberto Solórzano y Omar Rivera, representante de la sociedad civil.
La corrupción y el crimen han salpicado a la Policía de Honduras desde hace varios años, pero hasta ahora los intentos por depurar la institución han fracasado por falta de voluntad al más alto nivel, según analistas locales. ACAN-EFE