Al estilo del mejor padre e hijo, los integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13) formaron en los mejores centros educativos a un jovencito que reclutó en las calles, y en quien pusieron su confianza absoluta para convertirlo en su pieza clave para lavar todo el dinero que les resultara de las actividades ilícitas.
Los planes estaban armados, convertirse en una estructura criminal que manejaría grandes sumas de dinero y tendría poder para atacar criminalmente a sus oponentes como a los cuerpos de seguridad, según comentó una fuente que ha estado presente en las investigaciones.
Sin embargo, para convertirse en los “powers” debían tener de su lado a una persona que entendiera al dedillo los pasos a seguir para blanquear los dineros sucios e introducirlos a la sociedad sin que las autoridades lo notaran.
Fue a partir de esa meta que a ese integrante lo enviaron a la escuela, el colegio y posteriormente a la universidad, hasta convertirlo en un prominente abogado que llevaría las riendas de la organización.
CRECIERON
La pandilla comenzó hace unos años con el aumento de sus actividades delictivas, extorsión, sicariato, robo de autos, entre otros; sin embargo, las cantidades de dinero entrantes eran exorbitantes, por lo que determinaron entrar a otra etapa: comenzar a lavar activos para pasar desapercibidos.
Así fue que comenzó la tarea de su abogado, comenzó a buscar propiedades y negocios para comprarlas, averiguó en el Registro de la Propiedad todo lo referente a la titulación, inició el proceso de selección de los clientes a quienes compraría las propiedades y hasta convenció a un par de dueños para que se unieran a la organización.
Pero fueron más astutos, se convirtieron en inversionistas de bienes raíces para adquirir y vender propiedades al mejor precio y escoger las mejores zonas para lavar más dinero.
El imperio se fue montando al punto de que la organización creció y creció hasta ser dueños de muchos negocios de suma importancia en áreas comerciales, pero también en zonas de escasos recursos y con una plusvalía menor, pero con personas que quisieran divertirse con pocos ingresos.
Se hicieron dueños de comercios como restaurantes, pequeños hoteles, centros de esparcimiento, autolotes, pero también bares denominados como “de mala muerte”, prostíbulos y casas de citas, cantinas, billares, entre otros.
Hasta comenzaron a aportar a las iglesias de las diferentes denominaciones, claro utilizando nombres falsos de feligreses o anónimos, excusándose en el hecho de que eran feligreses que no querían “perder la bendición”.
CAPTURA
Sin embargo, las autoridades de los cuerpos de investigación dieron con el paradero del abogado, a quien mantienen como testigo protegido y es quien ha brindado la información concerniente a cómo realizan las operaciones, logrando así desmantelar la estructura de la MS-13, al menos en su poder adquisitivo, en las dos operaciones “Avalancha” realizadas por el Ministerio Público (MP), a través de sus agencias de inteligencia e investigación como la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).
Hasta la semana pasada, las autoridades contabilizaban un monto de 50 millones de lempiras congelados en las cuentas bancarias de la organización criminal, así como varias cajas de seguridad con fondos aún no establecidos.
Mientras que también realizaron el aseguramiento de 1,559 bienes, de los cuales casi 1,400 son automotores y los restantes son casas, sociedades mercantiles y terrenos.
Aún no está establecido el monto en el que están valoradas las propiedades, puesto que será hasta que haya una sentencia de privación de bienes que se podrá tasar los precios para posteriormente subastarlos.
En su mayoría, las propiedades aseguradas representan un lujo exorbitante que solo es visto en las personas de alto poder adquisitivo.
Según el Centro de Investigaciones de Crimen Organizado (InSight Crime), la
MS-13, “es tal vez la pandilla callejera más conocida en el hemisferio occidental, aunque tiene sus orígenes en los años ochenta, en los barrios pobres de refugiados de Los Ángeles, el alcance de la pandilla ahora se extiende desde países centroamericanos como El Salvador y a través de México, Estados Unidos y Canadá”.
La describe como una organización dedicada a robar, extorsionar e intimidan en los barrios, y han incursionado en crímenes trasnacionales como tráfico de personas y narcotráfico.
