Bob Dylan: El controversial Nobel 2016

Por Óscar Lanza Rosales
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Al igual que mucha gente en el mundo, para esta época paso pendiente del otorgamiento de los premios nobeles en las diferentes disciplinas, principalmente en literatura, por el reconocimiento de la Academia Sueca al intelectual más destacado en las letras en el planeta, y que nos sirve de pauta a nosotros los lectores para incursionar y descubrir la obra de esos grandes literatos, para nuestro deleite de su lectura.
Nuevamente este año hemos tenido una sorpresa de la persona seleccionada para el premio, tal como sucedió en 2015, que la elegida fue la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich “por sus escritos periodísticos polifónicos” según la Academia, cuando lo que esperaba la gente era el otorgamiento del premio, a uno de los consagrados de la literatura tradicional, en la poesía, cuento, novela o en la narración.
Este año se le ha concedido el premio, al cantante, compositor y poeta estadounidense Bob Dylan, cuyo verdadero nombre es Robert Allen Zimmerman, un referente entre los cantautores desde los años 60s y según los críticos, considerado como una de las figuras más influyentes del siglo XX y el XXI, desde el punto de vista musical y cultural: poeta, crítico social e intrépido espíritu guía de la generación contracultural.
Yo lo había escuchado desde que comenzó, pero nunca me gusto como cantaba. La escritora Joyce Carol Oates lo define bien como canta: “cuando lo escucho por primera vez, con su voz áspera y aparentemente inexperta, francamente nasal, como si pudiera cantar el papel de lija, el efecto fue dramático y electrizante”. Nunca puse atención en la letra de sus canciones, pero como decía mi difunta esposa a los jóvenes, cuando escuchen una canción no se dejen llevar solo por la música o el intérprete, sino que tengan siempre presente la letra, que puede ser lo más fascinante.
Dylan es barítono ligero, toca guitarra, armónica, teclados y piano; comenzó con música folklórica, pero después se hizo experto en country, rock and roll y blues y una de sus composiciones, “Like a Rolling Stone”, fue elegida como la mejor canción de todos los tiempos, según la prestigiosa revista Rolling Stone.
Ha ganado infinidad de premios, incluyendo Grammys, Globo de Oro, Óscar, Medalla Presidencial por la Libertad del presidente Obama, Príncipe de Asturias de las Artes, ha sido incluido en los salones de la fama del rock and roll y como compositor, respectivamente, y hasta tiene un Premio Pulitzer por su “profundo impacto en la música popular y en la cultura estadounidense, marcado por sus composiciones líricas de extraordinario poder poético”.
Desde 1996 varios autores, académicos y organizaciones lo han nominado para la candidatura de este premio, pero es hasta este año que se lo ha concedido con el argumento de “haber creado nuevas expresiones dentro de la gran tradición estadunidense, con una poesía bajo la forma de canciones tal como hacían los antiguos griegos, que solían acompañar sus obras con música”.
De la letra de sus canciones, su estilo y la manera en que los críticos lo ven a él, hay mucho que decir. Las letras incorporan una variedad de temas sociales, políticos, filosóficos, literarios y románticos. Algunas son de protesta en defensa de los derechos civiles, en los tiempos del Reverendo Martin Luther King. “A Hard Rain’s Gonna Fall” hace referencia al apocalipsis nuclear, que tuvo eco durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962.
Una de las características reconocidas de Dylan es que revisa en forma periódica sus canciones o en conciertos, con nuevos arreglos. Eso lo ha favorecido en sus giras como en China en 2011, que para no interferir con la política del país, accedió a la autocensura de sus canciones.
Es un cantautor acostumbrado a los abucheos, viéndose obligado en algunos casos a abandonar los escenarios, tal como sucedió en Newport en 1965, por usar guitarra eléctrica.
Es tan alto su perfil que muchos cantautores se sienten influenciados por su música y legado como el español Joaquín Sabina. Hay críticos literarios como Christopher Ricks, que ha elaborado una publicación del análisis sobre sus trabajos. Poetas laureados como Andrew Motion de Gran Bretaña que ha sugerido estudiar en la escuela las letras de Dylan. Varias universidades han realizado simposios sobre su obra y algunas como Maguncia, Viena y Bristol, respectivamente, han invitado a críticos literarios e historiadores culturales, a presentar ponencias sobre la misma.
Aunque Dylan no me gusta como canta, los invito a que leamos con atención la letra de sus canciones, calificadas por los críticos como grandiosas.