Por: Jacobo Goldstein
*** Hemos arribado al primer día del mes de noviembre y quedan únicamente siete días para que los ciudadanos estadounidenses acudan a las urnas en los 50 Estados de la Unión Americana y en Washington, DC. Pero es digno señalar que millones de norteamericanos ya han votado en esta nación, bajo un sistema de votar por adelantado. Aquí en Florida ha sido masiva la votación preliminar, prueba del gran interés que la campaña política ha generado y de las pasiones que las elecciones han venido desatando.
Cuando parecía que Hillary Clinton estaba sacándole una buena ventaja a Donald Trump, vino la increíble noticia de que el director del FBI, James Comey, basándose en nueva información que su dependencia ha descubierto acerca de los mensajes electrónicos de la señora Clinton, cuando ella fungía como secretaria de Estado del 2009 al 2013. Un hallazgo en el servidor del desacreditado excongresista Anthony Wiener, referente a mensajes de Hillary a Huma Abedin (la mano derecha y principal asistente de Hillary que usaba el servidor del marido del que se está divorciando) motivo que Comey reabriera la investigación. La decisión de Tomey ha sido recibida con enorme júbilo por Donald Trump y su entorno político, mientras que ha representado un golpe durísimo a la campaña de la exprimera dama, que creía que ya tenía la elección presidencial ganada, ahora nadie sabe que terminará sucediendo en lo que Comey está siendo alabado por los republicanos y fustigado por los demócratas que consideran que el director del FBI cedió ante las presiones de republicanos que nunca le perdonaron al jefe del FBI el hecho de que meses atrás había puesto fin a la investigación de los servidores y mensajes electrónicos de Hillary, diciendo que no había encontrado suficientes pruebas para llevarla a juicio.
Comey, que es republicano, nombrado por Barack Obama y aprobado por el senado en el 2013, está sirviendo un periodo de 10 años y aún le quedan siete años de mandato. Pero su más reciente paso en el caso de Hillary y sus servidores cibernéticos de retomar la investigación faltando tan pocos días para que se celebren los comicios generales ha levantado una polvareda de tal magnitud que puede terminar alterando el panorama político y desatar una ola de resentimientos y de reprobaciones sin paralelo en el historia de esta nación.
Así andan las cosas en lo que noviembre asoma su cara y la ciudadanía de la democracia más antigua del mundo sacude su cabeza y se pregunta qué sucederá de aquí en adelante.
