A sus 83 años, HRN continúa en el corazón de los hondureños

Las ondas sonoras que se han transmitido durante 83 años continúan haciendo la diferencia en la radiodifusión nacional hondureña con la emisora HRN, empresa que ayer arribó a un año más de existencia.
La “cumpleañera” comenzó su transmisión con una lluvia de elogios y aplausos de parte de los oyentes que desde tempranito y desde diversos sectores del país sintonizan los diferentes diales en sus aparatos receptores.
Los presentadores, productores, locutores, animadores, periodistas, tiraron la casa por la ventana, desde temprano colocaron las mañanitas, rifaron premios al auditorio y oficiaron una misa en honor de la radio en la que el sacerdote Carlos Rubio, llamó a continuar siendo la voz de quienes no tienen voz.
El eslogan de la emisora, “ligada al corazón de los hondureños” se visualizó como una total realidad, porque decenas de seguidores se apostaron en las instalaciones para felicitar al personal, pero también para entregar canciones, recitar poesías inéditas y hasta bailar con los presentadores al son de la “Banda de los Supremos Poderes que animó la celebración.
Pero no solo ellos cantaron y ejecutaron instrumentos, muchas personas que crecieron escuchando la emisora, se atrevieron a componerle y dedicarle canciones a la homenajeada, tal es el caso de Rubén Salazar que le dedicó una tonada a la “N grande de Honduras”.
Sin embargo, la celebración no paró las noticias, la información continuó fluyendo y en varias oportunidades se escuchó la típica cortina publicitaria “la N informando, la N informando…”, anunciando así que el trabajo tenía que seguir.
Se rindió honor también a los fundadores de tan prestigiosa radioemisora, José Rafael Ferrari y Rosario Sagastume de Ferrari, quienes el 1 de noviembre de 1933, echaron andar la programación de “la primera voz informativa del país”.
Los dirigentes de la radio agradecieron a la ciudadanía porque la han mantenido en el corazón de los hondureños y año con año han demostrado el cariño que le tienen.
Muchos oyentes aprovecharon para contar sus anécdotas sobre cómo empezaron escuchando HRN, la mayor parte de ellos coincidieron en que se trataba de una tradición que ha pasado de generación en generación, puesto que sus abuelos y padres colocaban un “radito” a la par de la cama y escuchaban la programación.
Otros los instaron a continuar efectuando su trabajo con objetividad y profesionalismo, pero también continuar abriendo los espacios para la denuncia de la ciudadanía, porque la HRN se ha convertido en un micrófono abierto para los hondureños que quieren ser escuchados.
Las diferentes empresas públicas y privadas, funcionarios y hondureños de a pie rindieron tributo a la institución radial y pidieron continuar transmitiendo los diferentes programas de noticias, entretenimiento, deportes y otros.