La holganza y sus consecuencias

Por: Elsa de Ramírez
Mediante Decreto Legislativo No. 78 de  fecha dieciocho de agosto de 2015 y con fines de turismo interno se trasladaron los feriados correspondientes a las festividades cívicas de los días 3, 12 y 21 de octubre,  debiendo ser aplicados a partir del primer miércoles del mes de octubre, de cada año, especificando que para los empleados públicos será a partir del miércoles a las doce meridiano, hasta el sábado a las doce meridiano;  exceptuando según dicho decreto las instituciones que brindan servicios públicos, defensa nacional, seguridad, salud y emergencias que son de vital importancia para la población y la economía del  país, las que deben continuar funcionando en las áreas que cada titular o gerencia considere indispensable para su funcionamiento.  Asueto otorgado para la primer semana de octubre, denominada “Semana Morazánica” dizque en honor al general Francisco Morazán.
Analizado este tema, nos atrevemos a preguntar, con qué fines y para beneficiar a quién o a quiénes se aprobó este decreto,  asunto que nos llama mucho la atención debido a que octubre es una temporada bastante lluviosa, no propicia para visitar las playas; será para beneficiar a los prestamistas y a los banqueros, es posible.
Tomando en cuenta que los empleados públicos y privados tienen derecho a vacaciones de acuerdo al tiempo trabajado oscilando entre 10 a 20 días anuales. Asimismo el gobierno solo trabaja cinco días a la semana; y en cuanto a que se creó para fomentar el turismo interno, en Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras áreas de desarrollo turístico no hay hoteles al alcance de la clase media, solo de lujo y pensiones de mala muerte, por lo cual no existe un balance.
Por ende, este feriado no solo perjudica a los usuarios de los hospitales públicos, también a los estudiantes en todos los niveles ya que se cierran los centros educativos, otro aspecto importantísimo es que aumenta el endeudamiento en la población ya que algunas personas empeñan hasta el último utensilio de valor, para salir a divertirse.
Tampoco existe promoción en favor de las grandes ciudades para que así como sale la gente, vengan los turistas y de esta forma llenar los hospedajes.
Honduras no está a la altura de grandes países como Holanda, Taiwán, Suiza, Alemania, Estados Unidos o Brasil con su gran carnaval, el cual les deja millones de dólares en divisas, para darse el lujo de tantos feriados. Necesitamos esforzarnos y trabajar más para salir de la pobreza en que vivimos.
Reflexionemos: Vacaciones obligatorias,  Semana Santa, semana del estudiante, semana cívica, Semana Morazánica y semana navideña… “la mar y sus conchas”.
Hagamos números y veamos cuántos días trabajamos y cuántos utilizamos para chotear, incluyamos Día de las Américas, Día de la Virgen de Suyapa, Día del Trabajo, Día del Niño, Día de Finados, etc.
Me parece que la única forma de levantar un poco el perfil y la economía de Honduras es en primer lugar, reduciendo el número de diputados, desencadenando el sector productivo de la industria, el comercio, la banca y demás factores de producción; trabajando con más ahínco, patriotismo y lealtad a Honduras y aboliendo esa enorme cantidad de días festivos que a la larga o la corta sentiremos los flagelos de esta desorbitante  actitud de los gobiernos.
Estamos viendo y palpando los resultados de un trabajo arduo, honesto y patriótico, con la brillante actividad de “Papi a la orden” en favor de Tegucigalpa. Ese es el mejor ejemplo que podemos tomar para transformar este país.