Estudiantes aprueban programa de prevención de la violencia

Tegucigalpa, (EFE).- Cerca de 1.700 estudiantes hondureños de primaria y secundaria aprobaron un programa, auspiciado por Estados Unidos y coordinado por la Policía local, que busca prevenir la violencia y evitar que los menores se incorporen a las pandillas, informó hoy una fuente oficial.
El Programa de Educación y Entrenamiento en Resistencia a las Pandillas graduó este sábado a los menores en actos celebrados en el oriente, centro y caribe de Honduras en el que participaron instructores, policías, funcionarios estadounidenses y maestros, según un comunicado de prensa de la Policía hondureña.
El programa busca «reducir el consumo de drogas y prevenir el ingreso de nuestros jóvenes y niños a grupos de pandillas», conocidas en Centroamérica como «maras», señaló.
Además busca fomentar «un ideal de paz y convivencia social» a través del «esparcimiento, la unión familiar y el desarrollo de la comunidad» en Tegucigalpa, el municipio oriental de Morocelí, y la ciudad caribeña de Trujillo, indicó la Policía hondureña.
El plan de estudios para la escuela primaria y secundaria está enfocado en enseñar habilidades y diseñado para producir cambios de actitud y comportamiento mediante el uso de técnicas de aprendizaje cooperativas e interactivas, actividades extendidas y la práctica de conductas positivas, de acuerdo a la información oficial.
El programa es apoyado por la sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de la embajada de Estados Unidos en Honduras y por más de 70 instructores de la Policía Nacional, apuntó el organismo hondureño de seguridad.
Desde su inicio en 2013, el programa ha formado a más de 40.000 niños y jóvenes hondureños gracias al apoyo logístico, material educativo y vehículos proporcionados por el Gobierno estadounidense.
El programa se replica en La Ceiba y Puerto Cortés, ambos en el Caribe hondureño, San Pedro Sula (norte), La Esperanza (occidente), Comayagua (centro), la capital hondureña y en el departamento oriental de Danlí, según las autoridades locales.
La ola de violencia en Honduras, que las autoridades atribuyen a las pandillas y grupos del narcotráfico, deja un promedio de catorce homicidios diarios.