Lo que no dijo el Gabinete Económico

Por: Héctor Paz Lázarus
Consultor y catedrático universitario
El 1 de noviembre pasado compareció el Gabinete Económico en Audiencia Pública de Presupuesto ante el Congreso Nacional para informar sobre la economía del país. Leí la noticia en varios diarios. Es indiscutible que el gobierno ha mostrado avances y logros en materia económica, como he mencionado en otros artículos. No obstante, según las noticias que leí, hay varios temas que ameritan tratarse con más profundidad.
Primero, se proyecta una tasa de crecimiento económico de 3.9% en 2016 (3.6% en 2015).  A esta tasa hay que restarle el factor demográfico (1.6% INE) porque lo que afecta al hondureño es lo que queda en su bolsillo. Así, el ingreso promedio del hondureño crecerá 2.3%, mientras que la tasa de inflación sería de 3.5%, traduciéndose en una pérdida de poder adquisitivo para la mayoría de los hogares. El asunto es más grave si se considera que el Ingreso Nacional Bruto Per Cápita alcanza apenas US$189 mensuales (Banco Mundial), mientras que el costo mensual de la canasta básica es de US$355 (INCAP).  Hay hambre y escasez en la mayoría de los hogares hondureños.
Segundo, se debe analizar cómo se está concentrando la riqueza que se está generando, dado los sectores que están potencializando la economía. A agosto, la economía creció 3.8%, liderada por el sector financiero, la energía, las telecomunicaciones y la agricultura, la ganadería, silvicultura y pesca (BCH). Los tres primeros son indispensables para impulsar la inversión y el desarrollo económico, pero no son intensivos en mano de obra y representan una porción moderada de la economía. Es positivo que el sector primario, que sí es intensivo en mano de obra y representa cerca de 13% de la economía, mostraba recuperación, especialmente por la actividad avícola y la silvicultura, pero la agricultura y la ganadería, los principales de este sector, reflejaban bajo o moderado dinamismo.  Además, es positivo el repunte en la construcción privada, que sí es intensiva en mano de obra, pero con un crecimiento moderado y concentrada regionalmente en proyectos residenciales e industriales en el departamento de Cortés (BCH).
Tercero, no leí sobre el aumento del desempleo y subempleo. Datos del mismo gobierno revelan que la tasa de desempleo y subempleo pasó de 56% en 2013 a 63% en 2015. Así, el desempleo y subempleo pasó de 2.0 a 2.5 millones de personas en este lapso (INE), lo que nuevamente refleja que la mayor parte de la economía está estancada, mientras lo que se agranda es el sector informal, que en su mayoría es de subsistencia.
Cuarto, en cuanto a las finanzas públicas, se espera un déficit fiscal de 3.4% en 2016 (3.0% en 2015), debido a una mayor inversión pública. Examinada la cuenta financiera del gobierno central entre julio de 2015 y 2016, se revela que los ingresos corrientes crecieron 16%, especialmente por el crecimiento de los ingresos tributarios. Los gastos totales aumentaron 15%, especialmente porque los gastos corrientes, que incluyen sueldos y salarios, intereses sobre la deuda y transferencias corrientes a diferentes instituciones, aumentaron 12%. Por su parte, la inversión del gobierno central en proyectos de desarrollo incrementó 28%. No obstante, el gasto corriente representa 80% del gasto total, mientras que la inversión significa 20%. (SEFIN). A mi parecer, el haber aumentado la carga tributaria a casi 17% del Producto Interno Bruto, asfixiando a los individuos y las empresas, era para aumentar la dimensión y el dinamismo de la inversión, pero gran parte del agrandamiento de la presión tributaria se destina para sostener la burocracia, la cual hay que reducir y simplificar para que sea más amigable para la inversión y los individuos, así como para destinar más recursos para la inversión económica y social.
Quinto, enfatizan un menor desbalance comercial, lo que significa que se necesitarán menores recursos para financiar este desequilibrio. ¿Qué refleja esta reducción? A agosto de 2016, el valor de las exportaciones de mercancías decreció 5%, lo que significa que diversas empresas exportadoras han visto reducida su actividad. El valor de las importaciones bajó 9.5%. Decrecieron las importaciones de combustible y energía eléctrica, lo cual es positivo, pero también bajaron las de materias primas y productos intermedios, así como los bienes de capital, para la industria y agricultura, y los materiales de construcción, (BCH). Esto último refleja que los principales sectores productivos de la economía han importado menos bienes para sus operaciones, ya que la demanda de bienes por parte de la población y las empresas está deprimida. Las importaciones de consumo crecieron (6.4%), posiblemente por el aumento de las remesas familiares, que vienen a aliviar el bajo poder adquisitivo de miles de familias hondureñas y que alcanzarán US$4,000 millones este año, aumentando 10% con respecto a 2015 (BCH). Hay más hondureños emigrando por la falta de oportunidades y la inseguridad en el país.
Finalmente, el Gabinete Económico destacó que la Inversión Extranjera Directa (IED) rondaría en US$1,261 millones al cerrar 2016 (US$1,204 millones en 2015). Al primer semestre de este año, la IED creció 19%, pero el 66% de estos flujos eran utilidades reinvertidas para mejorar y ampliar las operaciones de empresas extranjeras ya operando en servicios financieros, telecomunicaciones e industrias (BCH). En otras palabras, no estamos captando IED de forma significativa de nuevas empresas en sectores productivos, lo cual generaría mayores fuentes de empleo, pese a los esfuerzos extraordinarios que ha hecho el gobierno por atraerla.