Rugüma

(La pasión azabache-el boom de la novela negra hondureña)

Elsa de Ramírez
Es el nombre de la interesante novela que debería ser considerada como un best seller en la literatura hondureña, de la autoría de Xiomara Cacho Caballero, “Magister en Educación en Derechos Humanos, máxima exponente de la literatura negra hondureña, con más de 25 años de experiencia docente, catedrática universitaria en las áreas de Derechos Humanos e Inglés. Además de dominar la lengua garífuna, habla el inglés, español y vocablos básicos del francés.
Premio Nacional Mes de la Herencia Africana en Honduras 2011 VI Edición; por su desarrollo cultural y artístico.
Dentro del ámbito literario se proyecta como la máxima exponente de la literatura afro- descendiente, primera poetisa y escritora garífuna, ha compuesto y escrito canciones en garífuna y español.
Como escritora definida en la corriente estética del realismo, su intensión es manifestar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad, haciendo uso minucioso de la descripción, para revelar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales, mostrando al ser humano objetivamente mediante la dura realidad.
Xiomara ha publicado doce obras: Tumalali Nanigi, Arena húmeda, Presencia poética, Isubuse- poemario garífuna, Wafíen y sus maracas, Bungiü Wuriti, Marcia y sus desafíos, El cortejo,  Iconos culturales de Punta Gorda,  Roatán, Islas de la Bahía; Cartilla de lectura – escritura wañeñe; “Poesía, cantos, ceremonias y vestimenta de la cultura garífuna” y  Rugüma la pasión azabache”.
Rocío Tábora encargada de la presentación la describe como: “…La novela narra y devela desde una mirada amorosa a la propia cultura, pero a la vez profundamente crítica sobre el abuso y la violencia sexual en la intimidad de los hogares, y desnuda la violencia, el dolor, el costo de la maternidad impuesta o producto del incesto. Rompe el silencio, denuncia la negación y la impunidad de estos crímenes…”.
Eduardo Bᾃhr prologuista de la obra, expresa: “… que la narración discurre con libertad, que las historias entrelazadas concuerdan entre sí con naturalidad y que, de pronto, quienes hemos mantenido las vivencias de este pueblo lejos de nuestras prioridades y de nuestros intereses, comenzamos, no sin cierto asombro, a comprender sus rasgos culturales, sus sentimientos, pasiones y contradicciones, precisamente para que se vaya perfilando y creciendo el respeto ciudadano que esta raza milenaria, vigorosa y sabia, se merece…”.
Aquí es preciso señalar a otro personaje garífuna cuya obra literaria es materialmente desconocida, pero inconmensurablemente maravillosa, cual es la de Martín Paz, originario de Trujillo y fallecido en México a principios del siglo pasado. Martín Paz, pasa por la historia de Honduras como uno de los literatos de mayor relieve en la literatura nacional.
Al evocar a Martín Paz, se nos viene el recuerdo de la egregia figura del gran Bivio Bustillo, maestro de generaciones quien es considerado por los historiadores como el primer negro que llegó a Tegucigalpa para convertirse en un ícono del magisterio nacional.
Solo hay que recordar una expresión sublime de don Bivio: “Un saludo cuesta poco y vale mucho, y si ese saludo va acompañado de una sonrisa, vale mucho mas…”.
En cuanto a la doctora Cacho Caballero, es mi deseo señalar que mi encuentro con ella fue precisamente en la docta Sociedad Literaria de Honduras (Soliho), en la que ella sobresale por su talento, dinamismo, entusiasmo y éxitos alcanzados a través de su visión literaria.
Para mí, es una verdadera joya, como un diamante bien pulido que refleja la inteligencia, no solo de los de su etnia sino de la mujer hondureña, porque ella es hondureña al cien por ciento y mucho honra a las de nuestro género con su presencia en los difíciles campos de la docencia y la literatura que ella comparte sin egoísmos de ninguna especie.
Felicitamos a la Magister Xiomara Cacho Caballero por su nueva y espectacular obra Rugüma -la pasión azabache, que no cabe la menor duda enriquece solemnemente la bibliografía nacional.