Impotentes familiares retiran cadáveres de cuatro amigos

Con una gran impotencia y una serie de preguntas de por qué los mataron, fueron retirados ayer los cadáveres de cuatro amigos acribillados al interior de una casa en Talanga, Francisco Morazán.
Las víctimas de la matanza son César Omar Bonilla Garméndez, Marco Isaí Quintanilla Gonzales, Héctor Ariel Pérez Romero y Wilmer Alejandro Benítez Torres, todos amigos desde la infancia y dedicados a jalar aserrín en un aserradero local.
El violento hecho sucedió el domingo anterior, a eso de las 6:00 de la tarde cuando los masacrados se encontraban reunidos en el porche de una casa, jugando naipe.
Supuestamente al lugar llegaron dos tipos a bordo de una motocicleta y sin mediar palabra ingresaron a la casa de habitación, y con armas cortas comenzaron a disparar a diestra y siniestra contra todos los amigos.
Alrededor de cinco minutos duró la balacera, según vecinos del sector donde se cometió el cuádruple crimen.
Después de asesinar a todas las personas, los malvivientes huyeron del lugar, dejando botada la motocicleta en que se conducían.
Aparentemente a dos cuadras de donde ocurrió la tragedia, a los sicarios los esperaban otros compinches y en un carro con características ya establecidas para la Policía, abandonaron la zona.

La entrega de los cadáveres estuvo llena de mucho dolor y desesperación por parte de los dolientes.
La entrega de los cadáveres estuvo llena de mucho dolor y desesperación por parte de los dolientes.

La Policía Nacional al llegar al lugar encontró una infinidad de casquillos de arma automática, supuestamente disparados con un fusil AK-47.
En tal sentido, las autoridades policiales y fiscales se dedicaron a recoger los cadáveres, siendo llevados luego a la morgue capitalina. Cabe destacar que antes del violento ataque, otros cuatro amigos se fueron del lugar, sino también hubiesen sido víctimas de los homicidas.
Ayer el predio forense se llenó de familiares, amigos y conocidos de las cuatro víctimas.
Momentos de dolor e impotencia se vivieron en las afueras del inmueble de la morgue capitalina, por los dolientes que no podían creer que les quitasen la vida a los cuatro amigos.
Con dolor en sus rostros los parientes dijeron desconocer las causas del ataque, porque los fallecidos en vida eran unas personas trabajadoras sin problemas con nadie.
Entre murmullos los dolientes suponían que el ataque fue realizado por bandas criminales dedicadas a la venta de drogas.
Supuestamente la masacre fue planeada para dar un mensaje en la zona, según dejó entrever un pariente.
Aunque ayer por la tarde las autoridades de la Secretaría de Seguridad no se habían manifestado sobre las causas del por qué el cuádruple asesinato.