Integración centroamericana es la que mejor funciona en América Latina

Una de las oportunidades para el desarrollo y la implementación de una estrategia regional en materia de productividad y competitividad en Centroamérica son las cadenas de valor y, por ende, es necesario agregarles valor añadido y profundizar en su innovación, dijeron en Guatemala expertos internacionales.
Varios expertos que asisten al seminario «La integración económica en Centroamérica y su dimensión productiva: desafíos y oportunidades para impulsar el desarrollo en la región», destacaron la importancia de las cadenas productivas.
El jefe de la Unidad de Comercio Internacional e Industria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Jorge Mario Martínez, dijo que en Centroamérica son «excesivamente autocríticos», pero lo cierto es que el proceso de integración centroamericano es el «más profundo» de Latinoamérica y el que mejor funciona.
Esto se debe a factores como economías pequeñas o la cercanía entre los países, que han permitido establecer «procesos productivos de escala regional» importantes, no solo a nivel internacional, sino en la misma Centroamérica.
En este sentido, explicó, el 78 por ciento de las exportaciones del sector lácteo se quedan en la región, mientras que de pinturas y lacas es más del 80 por ciento y de alimentos y bebidas más del 90, cifras que demuestran que se trata de renglones «sumamente integrados» que constituyen, por ende, «una región integrada».
Para mejorar esta situación hay que identificar y solucionar los «cuellos de botella», agregó el vicepresidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Alejandro Rodríguez, quien aseguró que el desarrollo de la región «está condicionado» por la integración económica, además de otros criterios políticos y técnicos.
En la última década, las tasas de crecimiento han sido moderadas y estables, pero el desafío es llevar ese desarrollo a todos los sectores de la población, especialmente a los que están por debajo del umbral de la pobreza, uno de los grandes flagelos que azota a la región, junto con la inseguridad o la falta de oportunidades.