En pulpería acribillan comerciante y cliente

CHOLOMA, Cortés. Un comerciante y un operario de maquila fueron ultimados este viernes de varios balazos, en una pulpería del barrio Pueblo Nuevo de esta ciudad.
Al filo de las 12:30 de la tarde todo parecía tranquilidad, pues el negociante Gabriel Espinoza Ramírez (36) y Elvis Márquez Veliz (27) estaban en amena plática.
Mientras los hombres conversaban, aparecieron dos sujetos armados, quienes se les acercaron y sin mediar palabra comenzaron a dispararles hasta acabar con su existencia.
Testigos manifestaron que tras cometer el doble crimen, los gatilleros se marcharon tranquilamente como si nada hubiese ocurrido, pues se dieron a la fuga caminando.
Una de las víctimas quedó boca arriba, mientras que la otra estaba de rodillas, como si hubiese tratado de evitar que las balas la alcanzaran.
Autoridades policiales manifestaron que no descartan que el doble crimen tenga como móvil la posible extorsión, pero serán las investigaciones las que determinarán las verdaderas causas.
NO LE CONOCÍAN PROBLEMAS

Las víctimas yacían una cerca de la otra, presentando varias heridas de arma de fuego.
Las víctimas yacían una cerca de la otra, presentando varias heridas de arma de fuego.

Por su parte, parientes de Espinoza Ramírez, dijeron que este no tenía enemistades y tampoco tienen conocimiento que haya sido intimidado por extorsión.
“Era un hombre que no se metía con nadie, ya que pasaba en la pulpería y aquí todos lo conocían; no merecía morir así”, expresaron los dolientes del comerciante, agregando que no descartan que el objetivo de los criminales haya sido Márquez Veliz.
Mientras que deudos de Márquez Veliz manifestaron que este laboraba como operario en una maquila donde realizaba turnos cuatro por cuatro.
“Tenía pocos minutos de haberse venido de la casa a comprar aquí y cuando acordamos nos fueron a avisar que lo habían matado”, dijo el padre del joven.
Además, entre sollozos, la compañera de hogar del infortunado refirió que “él no andaba en malos pasos, pues era un muchacho trabajador que estaba contento, porque ya tenía siete meses de laborar en una maquila y le daba gracias a Dios por su trabajo”.