Metiendo presidentes a la cárcel

Por: Dr. Israel Romero Puerto
Juris doctor (Jurista internacional), PhD – [email protected]
La expresión de “jugador número 12” se aplica mundialmente al juego del fútbol (soccer). Sin embargo, la historia no se remonta a este juego sino que al fútbol americano. En 1922, un coach del equipo de fútbol americano de la Universidad A&M de Texas solo tenía los once jugadores para un juego del campeonato de universidades. No tenía suplentes. Decidió llamar de las graderías a un estudiante, que nunca había practicado ese deporte. El estudiante aceptó el llamado, se uniformó, y no jugó. Pero desde entonces, se denomina a los fanáticos de un equipo de fútbol americano, el jugador número 12.
Recuerde que el número 12 es bíblico, y se considera el número perfecto, igual que el número 7. Jesucristo nombró 12 apóstoles. Moisés envió 12 hombres a espiar la tierra prometida en Canaán (número 13:1-17). El número 12 es mencionado 167 veces en la santa Biblia. Un equipo necesita sus seguidores para estar completo.
La contienda política para elegir un nuevo presidente está poniéndose caliente en Honduras. Nos ha llamado la atención las declaraciones del candidato liberal Enrique Ortez Sequeira, como pionero de un movimiento que quiere poner fi n a la corrupción e impunidad en el país. Clama por la necesidad de meter a la cárcel a presidentes, así como lo están haciendo en otros países como Guatemala y El Salvador, en Centroamérica, y Brasil en Suramérica.
Honduras vive un momento histórico, y toca al pueblo hondureño decidir si continúa la corrupción y la impunidad en el país, o con su voto decide cambiar el sistema de corrupto a uno que persiga a los corruptos y los meta a la cárcel.
La desconfi anza en el actual gobierno es tal que funcionarios de la Fiscalía y de la Policía son los que protegían al narcotrafi cante Wilter Blanco. Estados Unidos lo pide para juzgarlo, los hondureños lo protegen. Se fugó a Costa Rica. Allá lo capturaron cuando trataba de irse a Colombia. Pero no debería ser entregado a Honduras para que no sigan con el jueguito del gato y el ratón. Los ticos tienen que entregarlo directamente a los Estados Unidos.
En el caso de Blanco es curioso que una fi scal era quien lo protegía. Esa mujer sigue mamando teta del gobierno. Sabiendo que es una criminal, sigue fungiendo como fi scal. Ella debería ser entregada a los Estados Unidos junto con Blanco. Pero en Honduras, como lo dice Ortez, se promueve la corrupción desde la esfera más alta, desde el puesto número uno del gobierno. Ortez afi rma que, “la corrupción se promueve desde la Casa de Gobierno”.
En estos días también se habla de la destitución de 266 miembros de la Policía Nacional, entre policías y altos mandos. Se dice que allí van incluidos los aleros de Wilter Blanco. Mentirosos. A los socios de Blanco no los han destituido porque entonces Honduras estaría sin muchos ministros, sin muchos diputados del Congreso Nacional, sin un tan solo policía, sin muchos fi scales, y quizá hasta sin Presidente -si hacemos eco de las declaraciones de Ortez Sequeira-.
Es lamentable ver que todos los días queman buses de transporte público. Siguen matando transportistas, motoristas, ayudantes, y les queman sus unidades. A quien se niega a pagar extorsión, lo matan. Parte sin novedad. Se especula que el impuesto de guerra o extorsión es ejecutado por policías. En otros países, como México, así lo hacen. Honduras copia e importa ese tipo de prácticas sucias. El gobierno sigue mintiendo en reportes al gobierno de los Estados Unidos, informando que la extorsión, las matanzas y el narcotráfico están bajo control. Ellos lo controlan y se meten a la bolsa la tajada que les corresponde, de acuerdo con el pacto que tienen con el crimen organizado.
Ese tema de meter a la cárcel a presidentes y expresidentes es interesante. Figúrese que una fuente de entero crédito me comentó recientemente que cuando era presidente, Pepe Lobo tenía a su hija de paracaidista: era supervisora de todos los ilegales hondureños en los Estados Unidos, con un sueldo de VEINTIOCHO MIL (28,000) DÓLARES AL MES. Qué creatividad para el título de esa paracaidista. Como si se supiera quiénes son todos los ilegales hondureños en los Estados Unidos, a quienes ni siguiera ese país puede controlar. ¿Será que Pepe Lobo es candidato para ir a la cárcel? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que su corrupción fue premiada nombrándolo diputado al PARLACEN, una vaca lechera inoperante que debiera desaparecer.
Otra fuente de crédito nos dijo que actualmente hay docenas de paracaidistas que maman teta directa de Casa Presidencial. A unos los “llaman” supervisores de todos los supervisores. Uno de ellos es supervisor de todos los jueces del país, y otro es supervisor de todos los fi scales del país. Un cargo de esa categoría es imposible de ejecutar porque no se puede estar en el mismo momento en todos los sitios donde hay jueces o donde hay fi scales. En cada pueblo, o zona, hay un supervisor. Por lo tanto, se nos aseguró, esos supervisores son paracaidistas.
Nosotros opinamos que el pueblo de Honduras urge de un jugador número 12. No importa quién sea el nuevo presidente hondureño, el jugador número 12 de los hondureños debiera ser la CICIH.