La compra de combustibles en 808.5 millones de dólares

Honduras pagó entre enero y septiembre de este año 808.5 millones de dólares por las importaciones petroleras, un 20.3% menos que en el mismo lapso de 2015, pero compró 800,000 barriles más de hidrocarburos, informó este miércoles el Banco Central.
De enero a septiembre el pago por la importación de combustibles, lubricantes y búnker para generación de energía eléctrica se redujo en 206 millones de dólares (20.3%) respecto al mismo periodo del año pasado, cuando alcanzó 1,014.5 millones de dólares, indicó el organismo.
Los hondureños pagaron 309.8 millones de dólares por la importación de diésel, un 15.3% menos que en los primeros nueve meses de 2015, cuando fue de 365.7 millones de dólares, detalla el reporte.
El BCH indicó que la importación de gasolina le costó al país 261.7 millones de dólares, lo que representa un 11.6% menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando llegó a 296.1 millones de dólares.
La compra de búnker, principal materia prima para la generación de energía térmica, por 167.8 millones de dólares, disminuyó en 38.1% con relación al mismo lapso del año pasado, cuando ascendió a 271.1 millones de dólares.
También señaló que se compraron 69.2 millones de dólares en queroseno y gas licuado para uso doméstico.
Según el Banco Central, la disminución en la factura petrolera en los primeros nueve meses de este año obedece a la caída en los precios de 24.4%, pero fue atenuada por el alza en el volumen importado de 5.3%.
En el periodo de referencia se importaron 15.8 millones de barriles de derivados del petróleo, lo que representa 800,000 barriles más a los 15 millones comprados entre enero y septiembre del año pasado, según el informe del Banco Central.
El gobierno no ha podido implementar ninguna medida para el ahorro de combustibles y aunque el precio del petróleo baja en el mercado internacional, el volumen de las importaciones sigue creciendo.
Varios sectores han solicitado medidas para reducir el consumo, pero hasta la fecha no ha sido posible ni siquiera mensajes publicitarios pidiéndole a la población un consumo responsable aunque sea por cuestiones ambientales.