Al admitir culpabilidad del delito de lavado de activos ante un juez con jurisdicción nacional, la expalillona Ilsa Vanessa Molina, será condenada a 11 años y medio de prisión más una multa que deberá hacer efectiva una vez que cumpla la mitad de la pena para aspirar a una preliberación.
Tal y como lo había adelantado la defensa privada de la expalillona, al someterse al procedimiento abreviado en octubre del presente año, se evitó un largo y engorroso proceso.
Sin embargo, LA TRIBUNA conoció que existe oposición de la Procuraduría General de la República (PGR) en relación a la pena que le van a imponer.
Su condena la purgará en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), lugar donde se encuentra desde el 22 de junio de 2016, después de haber sido deportada de Estados Unidos donde se había refugiado pidiendo exilio.
Molina, está acusada por el delito de lavado de activos contra el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), al cual defalcó con 9.2 millones de lempiras a través de una empresa fantasma que se comprometía a surtir de utensilios de salud a la institución.
Según la fiscalía, la expalillona fundó una empresa de maletín conocida como Insumedic, a través de la cual se sustrajeron 9.2 millones de lempiras del Seguro Social que le sirvieron para viajar por el mundo, comprar carros y una vivienda que fue asegurada por un juzgado de privación de dominio de bienes de origen ilícito.
Molina era la pareja sentimental de José Zelaya. Exadministrador del IHSS y al parecer el principal cerebro para cometer el robo de siete mil millones de lempiras de los fondos del Seguro Social, pero la Policía aún ha dado con su paradero. (MR)
