Nuevo billete de 5 libras enfurece a vegetarianos

La cuenta oficial del Banco de Inglaterra confirmó esta semana que los nuevos billetes de cinco libras esterlinas, que se pusieron en circulación el pasado septiembre, contienen rastros de productos de origen animal utilizados normalmente en «velas y jabones».
El lunes anterior, la usuaria de Twitter Steffi Rox, preguntaba por la red social si era verdad que los citados billetes contenían sebo, una sustancia derivada de la grasa animal. La respuesta, aunque muy técnica, confirmaba las sospechas. «Hay un rastro de dicha sustancia en los gránulos de polímero utilizados en el sustrato de los nuevos billetes de cinco libras», aseguraba la cuenta oficial del organismo.
A partir de ese momento la indignación creció en las redes y se puso en marcha una campaña en Change.org que en el momento de la publicación de este artículo superaba los 90,000 firmantes.
«Es una situación inaceptable para todos los veganos, vegetarianos, hindúes, sijs, jainistas y demás grupos sociales que viven en el Reino Unido», reza la protesta iniciada por un hombre llamado Douglas Mawson. «Demandamos que dejen de utilizarse productos animales en la fabricación de una moneda que todos tenemos que manejar».
No es, sin embargo, la primera polémica que surge alrededor de este nuevo diseño de billete que tan solo cuenta con dos meses de vida. En un primer momento, ya se organizó una petición para protestar por el hecho de que Winston Churchill reemplazase a Elizabeth Fry, dejando así sin representación femenina a la libra esterlina más allá de la Reina. El Banco de Inglaterra anunció poco más tarde que la novelista Jane Austen sería la nueva cara de los billetes de diez libras a partir del verano de 2017.
Los nuevos billetes hechos a base de polímeros, que fueron una iniciativa del Banco de Inglaterra, fueron los primeros que no se imprimieron en papel en las islas británicas. Al ser de plástico, lo que les permite ser más flexibles y resistentes al agua, durarán más tiempo y «ahorrarán costes de producción», según aseguran desde el organismo.
Los billetes de euro, por ejemplo, se fabrican a base de algodón transgénico lo que ha enfurecido aún más a los protestantes al asegurar que la utilización de sebo no es un requisito indispensable.