Donald Trump desata un conflicto con China en las redes sociales

El Mundo.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha conseguido este lunes generar una inusual crisis a través de Twitter tras atacar en ese medio a China por protestar por su conversación telefónica con la dirigente de Taiwan y provocar a su vez la reacción indignada de los usuarios de las redes sociales en la nación asiática.
Ajeno una vez más a las normas de la diplomacia, el próximo mandatario de EEUU difundió dos tuits el domingo por la noche en los que acusaba a China de «devaluar su moneda» dificultando así la posible competencia de las empresas estadounidenses y aplicar «grandes impuestos» a los productos procedentes del país americano, y construir «complejos militares masivos» en el Mar del Sur de la China.
De inmediato, muchos de los millones de participantes de la red Weibo -el twitter chino- multiplicaron los insultos que ya le habían dedicado tras su conversación telefónica con la líder isleña Tsai Ing-wen en un notable giro respecto a la proliferación de comentarios jocosos o incluso de felicitaciones que registró esa misma plataforma cuando Trump ganó los comicios en noviembre.
Entonces, hasta Xinhua -la agencia oficial china- difundió una irónica propuesta en la que se preguntaba si los americanos preferían cambiar a Trump por los tres osos panda que se disponían a abandonar EEUU en dirección al territorio asiático.
Esta vez, los comentarios eran bastante menos irónicos y más contundentes.
«Es tan estúpido que no se da cuenta de que nos ha dado la razón perfecta para ser duros en el Mar del Sur de la China«, adujo uno de los participantes en este particular rifirrafe con un mandatario electo. «¡Qué se joda Trump!», decía otro más exaltado.
Uno más se preguntaba por algo obvio ante el desconcierto que puede generar este nuevo estilo de diplomacia virtual que parece haber inaugurado el líder norteamericano.
«¿Puede reemplazar Twiter al portavoz de la Casa Blanca? ¿O al Congreso de EEUU?», escribió en Weibo.
Mientras, las autoridades chinas parecen seguir analizado el carácter impredecible del personaje antes de responder, pese a la protesta que ya emitieron tras el diálogo con Tsai.
Shi Yinhong, un profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin de Pekín, opinó que las autoridades locales no van a protagonizar una reacción apresurada.
«De momento se están reprimiendo y observando sus movimientos de cerca», dijo en declaraciones a la agencia AP.
Sin embargo, tanto Shi como otros expertos coinciden en que la actitud del mandatario está acrecentando la preocupación del liderazgo chino.
Son varios los analistas locales que han alertado en los últimos días de que Trump se dirige a una colisión con China de alcance todavía indeterminado ya que sus opiniones coinciden además con las de su entorno.
El ex embajador de EEUU en la ONU, John Bolton, uno de los personajes que se rumorea podría volver a ocupar un alto cargo en su Administración, aseguró que en realidad Trump debería promover esa confrontaciónagitar las relaciones», lo llamó- «dado que «durante los últimos años China ha realizado reclamaciones agresivas y beligerantes en el Mar del Sur de la China».
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, ha manifestado durante la mañana que Pekín ya ha dejado «muy claro» a EEUU y al propio equipo de Trump cual es la posición de su país sobre Taiwán y el contacto que mantuvo el próximo dirigente norteamericano con Tsai, aunque no ha aclarado como le han hecho llegar ese mensaje.
«Taiwán es el asunto más sensible entre EEUU y China», ha puntualizado.
El diario Global Times, portavoz del sector más conservador del Partido Comunista Chino, advirtió una vez más en su editorial que Trump podría estar intentando probar la resolución de Pekín con estos desplantes pero «tiene cero experiencia diplomática y no es consciente de las repercusiones que tienen» este tipo de actitudes.
El periódico pedía que la primera respuesta de China sea «castigar» al Fobierno de Taiwán para que el mensaje llegue hasta Trump e incluso decía cómo se puede conseguir: obteniendo el apoyo diplomático de alguno de los 22 países que todavía mantienen embajada en la isla como ya ocurrió en marzo con Gambia, que transfirió su reconocimiento a Pekín.
«El territorio continental también puede reforzar su despliegue militar» frente a lo que considera una «provincia rebelde», añadió el matutino.