El COHEP y el FMI

Por Mario Rietti

Economista, Presidente de Consultores
Financieros Internacionales, S.A. (COFINSA)
Frente a la ausencia de propuestas concretas para promover al desarrollo económico de Honduras, el Editorial de Diario LA TRIBUNA El COHEP y el FMI del 2 de diciembre de 2016, debería contribuir a un debate público sobre la devaluación y los programas del FMI.
Como en Honduras se consume más de lo que se produce y se importa más de lo que se exporta, la devaluación constituye un impuesto para reducir el consumo y las importaciones y un incentivo de política cambiaria para promover las exportaciones. Como plantea acertadamente el presidente del COHEP y el editorial de LA TRIBUNA, este desequilibrio estructural de la economía hondureña no se puede corregir solo con las políticas del FMI para reducir el consumo y la demanda sin aumentar la oferta de la producción nacional.
Considerando que una devaluación afecta los precios de las importaciones y específicamente los precios de los insumos importados, la efectividad de una política económica en pro de una devaluación tiene que depender sustancialmente de la rentabilidad del sector exportador y la elasticidad de la oferta de las exportaciones de un país.
Sin embargo, al existir diferencias entre el tipo de cambio nominal y el tipo de cambio real, la devaluación tiene efectos negativos tanto en los niveles de producción como en los niveles de precios. Asimismo, al hacer que los bienes importados sean más caros en relación con los salarios, la devaluación produce una disminución en los salarios reales que tiende a reducir el consumo alterando la distribución interna del ingreso y la riqueza. En el caso de Honduras la devaluación aumenta también la deuda pública externa al incrementarse los pagos por intereses y amortización con un grado efecto en los gastos del gobierno y el sector público que tienden aumentar el déficit fiscal y la brecha financiera.
Como planteamos en el libro que escribimos con el profesor Akio Hosono, La Planificación y Financiamiento del Desarrollo: La Estrategia de Honduras y la Experiencia Japonesa, en el Japón el aumento de la productividad por la introducción masiva de tecnología adaptada a las condiciones propias, permitió el uso eficiente del capital, es decir un alto coeficiente de capital producto y un mayor nivel en la tasa de ahorro e inversión.
Para corregir los desajustes estructurales de la economía hondureña, las medidas de ajuste de la demanda agregada deberían acompañarse de una política económica planificada para aumentar la producción y la productividad a través de la oferta, como acertadamente plantea el editorial de LA TRIBUNA y el presidente del COHEP.
En ese contexto, como establece el Artículo 342 de nuestra Constitución de la República, la política monetaria, crediticia y cambiaria del Banco Central de Honduras (BCH) debe ser coordinada con la política económica planificada del país, tal como se hace en el Japón.