Así es la educación en Corea del Norte

Infobae.- El régimen de Corea del Norte tiene cosas insólitas. La mayoría de ellas no se conocen por el férreo hermetismo que impone la dictadura comunista sobre su gente y la imposibilidad de los medios extranjeros de conocer detalles sobre este país asiático tan misterioso y cerrado al mundo.
Pero el fotógrafo francés Eric Lafforgue tuvo oportunidad de conocer algo más en su sexta visita, gracias a un encuentro que le permitieron tener con una estudiante de 20 años a quien por primera vez le permitían realizar un viaje fuera de la capital norcoreana, Pyongyang.
Lafforgue tuvo sus reuniones con Kim -como se identificó a la joven- la cual le dio algunos detalles de cómo había sido su educación bajo el régimen comunista. Además de confirmarle que jamás escuchó música de Occidente y que no conocía a Lady Gaga, Kim pudo detallarle cómo fueron sus años de instrucción. Tampoco le interesa saber quién fue Michael Jackson: sólo tienen conocimiento sobre Mozart, Bach o Beethoven, aseguró.
Una de las cosas que más sorprendió a Lafforgue era que la joven creía que Kim Jong-il -fallecido en 2011 y padre del actual «líder supremo»- había inventado la hamburguesa en 2009. También dijo que tiene certeza de que las mujeres sólo pueden quedar embarazadas si están en matrimonio, y no de otra manera. «Nunca pasa».
El criterio de belleza en Corea del Norte también está estandarizado, como el pensamiento: «Una mujer debe tener ojos grandes, una nariz alta, una boca pequeña y piel blanca, y no debe ser muy flaca. Las mujeres en Corea del Norte son flores verdaderamente hermosas», dijo Kim.
También, cuando Lafforgue le mostró una imagen de Mickey Mouse, Kim sonrió y sólo respondió: «Es sólo un ratón. Es chino». También observó con detenimiento el iPad del fotógrafo. Cuando éste le explicó que servía para tomar imágenes, ver videos y demás funciones, la joven norcoreana no le creyó.
Las aspiraciones laborales de Kim son sencillas: quiere ser una maestra de lenguajes extranjeros. Sin embargo, ésta era la primera vez que salía de la capital norcoreana. Su deseo es visitar Inglaterra alguna vez, pero eso no la desvela. Eso sí: nunca a los Estados Unidos. «Lo odio», concluyó.