Posadas Navideñas en Casa México

Las Posadas Navideñas una de las más arraigadas tradiciones de la época, se revivieron en la embajada de México, con la recreación del peregrinaje de José y María desde su salida de Belén hasta Nazaret.
Dolores Jiménez, titular de esa sede diplomática, fue la anfitriona del evento festejado el 17 de diciembre, y calorizado por diplomáticos, miembros de la sociedad y de la colonia de mexicanos asentada en Honduras.
Esta centenaria actividad se realiza nueve días antes de la Navidad, concluyendo el 24 de diciembre, recordándonos que las  tradiciones han conseguido sobrevivir a la modernidad.
Durante esos días se celebra la humildad, la fortaleza, el desprendimiento, amor al prójimo, confianza en la misericordia divina, la justicia, el rechazo al mal, rectitud, alegría y generosidad.
El programa de la noche inició cuando la anfitriona, llevando en sus manos las figuras de los santos peregrinos, interpretando junto al grupo cánticos religiosos  para pedir posada.
Como manda la tradición, luego de que la simbólica pareja implora hospedaje por dos veces, a la tercera es concedida su solicitud, abriéndose simbólicamente los corazones de los asistentes hacia la misericordia y la caridad.
Luego instó a sus invitados a romper una piñata de siete picos que simbolizan los pecados capitales: la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza que una vez rota simboliza la destrucción de esos males.
La fiesta religiosa, incluyó la degustación de variedad de platillos típicos de México y Honduras, particularmente el ponche navideño.
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