Policías depurados denuncian tratos inhumanos

Un grupo de policías depurados se apostó ayer en el portón principal de la Secretaría de Seguridad, armando un relajo y exigiendo que se investigue su salida de la institución y que también se les retribuyan sus derechos salariales, debido a que ya llegó la temporada navideña y no han recibido nada de sus prestaciones.
El zafarrancho y motín ocurrió a las 10:00 de la mañana, al momento que varios de los exagentes de la Policía Nacional llegaron a la institución donde prestaban servicio con la intención de cobrar sus prebendas salariales y otros beneficios obtenidos durante fungieron como policías.
Los uniformados fueron depurados en las distintas listas de restructuraciones recomendadas por la Comisión Especial de Depuración Policial a la Secretaría de Seguridad, ejecutadas durante los últimos meses del año.
Como primera medida de presión, los exagentes se tomaron el portón principal de las instalaciones ubicadas en la aldea El Ocotal, al noreste de la capital.
BLOQUEAN ENTRADA
En primera instancia pidieron hablar con las máximas autoridades de la entidad para exponer sus quejas, pero para ser escuchados bloquearon la entrada con sus motocicletas y cuerpos, no permitían el ingreso o salida de automóviles.

Por dos horas mantuvieron cerradas las instalaciones ubicadas en aldea El Ocotal, noreste de la capital.
Por dos horas mantuvieron cerradas las instalaciones ubicadas en aldea El Ocotal, noreste de la capital.

De acuerdo a varios de los manifestantes, además de ser obligados a abandonar la institución policial las autoridades encargadas de la Secretaría de Seguridad no han cumplido con el respectivo pago de los derechos laborales que les corresponden por sus servicios al frente de la institución policial.
“No nos han cancelado ni aguinaldos, ni los derechos adquiridos por ley que fueron prometidos por las autoridades”, denunciaba uno de los exagentes de la escala básica.
Para el caso, uno de los depurados denunció que tras servir por 28 años en la Policía, la Secretaría de Trabajo le calculó prestaciones por un valor de 292 mil lempiras, pero únicamente le están otorgando 150 mil, y además no les incluían aguinaldos.
DELINCUENTES Y “PERROS”
Pero la mayoría se mostraba indignada porque los “corrieron” de la carrera policial y «nos están tratando como perros… después de que expusimos nuestras vidas ante la población», dijo uno de los depurados.
“Hasta nuestros hijos nos preguntan si somos delincuentes, por lo que han escuchado de parte de la Comisión de Depuración en los medios de comunicación”, reiteraba y gritaba uno de los alzados expolicías.
El comisionado general Quintín Juárez logró convencer a los expolicías para que dialogaran.
El comisionado general Quintín Juárez logró convencer a los expolicías para que dialogaran.

Durante su protesta y cierre de portones, la cúpula de la Policía Nacional invitó a los protestantes a que juntos instalasen una mesa de diálogo en el Club Social de la Secretaría de Seguridad.
Sino aceptaban la mesa de diálogo, los manifestantes serían retirados por la fuerza por sus mismos excompañeros de armas de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES).
En ese contexto, el comisionado general Quintín Juárez salió a platicar con los policías protestantes para invitarles a la reunión dentro de la Secretaría, propuesta que aceptaron después de varias negativas.
Juárez les explicó que para cancelarles sus prestaciones o contratos de trabajo todo debía ser bajo un proceso, invitándoles a firmar una lista especial para acelerarles sus pagos antes de fin de año.
Con tal propuesta los revelados decidieron apuntarse en los listados, dando fin al breve plantón de los policías depurados.