El presupuesto privilegia los impuestos indirectos

El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República correspondiente al 2017 sigue las tendencias de años anteriores, marcada por una estructura tributaria inequitativa, según los analistas del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Agregaron que existe un espacio presupuestario reducido debido a los cuantiosos recursos destinados al pago de la deuda pública, asignaciones crecientes para seguridad y defensa, en contraste con reducciones para educación y salud.
Se espera que en 2017 la presión tributaria alcance 17.4% del PIB (alrededor de L 90.110 millones), de nuevo basada en un 65% en impuestos indirectos, recayendo sobre el consumo y la mayoría de la población.
El servicio de la deuda pública de la Administración Central de 2017 se proyecta en 30,712 millones de lempiras y el Icefi calcula que durante este gobierno, desde 2014 a la proyección para 2017, la Administración Central habrá pagado en concepto de servicio de la deuda pública alrededor de 106,817 millones de lempiras.
También se estima que en ese periodo habrá contratado deuda por 129,792.11 millones de lempiras, lo que significa que se ha contraído deuda para pagar deuda.
Según el economista, Hugo Noé Pino, el presupuesto de la nación aprobado para el próximo año sigue siendo deficiente en recaudación tributaria, asignación del gasto corriente y transparencia, “pues la ley de secretividad no permite una buena fiscalización de los recursos del país”.
El Congreso Nacional aprobó el pasado jueves 15 de diciembre, el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el 2017 que asciende a 228 mil millones de lempiras.
En ese sentido, Pino señaló que “es lamentable la forma como se aprueba una ley tan importante para el país como es el presupuesto dispensándole dos debates y no haciendo ningún tipo de discusión al seno del Congreso Nacional en pleno”.
Añadió que “en estos casos estamos hablando de cómo se cobran los impuestos, como se asignan los gastos y como se establecen mecanismos de transferencia, el Presupuesto General sigue adoleciendo de serias fallas, entre ellas una estructura tributaria que privilegia los impuestos indirectos y que no toca la mayor parte de la exoneraciones como un mecanismo de obtención de recursos para el gobierno”.
“En general seguimos teniendo un presupuesto bastante deficiente desde el punto de vista del cobro de los impuestos, de la asignación del gasto y de mecanismos de transparencia a través de fideicomisos y de una Ley de Secretividad que impide que se tenga una buena fiscalización de los recursos públicos”, afirmó.