La Iglesia recuerda que la riqueza no es mala, pero hay que compartir

La riqueza no es mala, pero hay que compartir. Ahora lo que sí es malo, es el egoísmo, destacó el mensaje de la Iglesia Católica en la tradicional Misa del Gallo, que se ofició en las distintas parroquias de la capital y del resto del país, en la noche del pasado 24 de diciembre.
Se denomina popularmente Misa del Gallo, a la santa misa que se celebra en la medianoche o poco antes de Navidad en Nochebuena, de esta forma se recibe al día de Navidad como la conmemoración del nacimiento de Jesús.
Esta santa misa, también es conocida popularmente con el nombre de «Misa de los pastores».
En el mensaje medular de la Misa del Gallo, la Iglesia recordó que al Salvador del Mundo, se le encuentra en la humildad y en la sencillez y por eso, si “celebramos alegres su nacimiento debemos hacerlo desde una perspectiva de la fe para que en medio del bullicio, de las alegrías de la mesa y de las tradiciones no apague lo central de nuestra alegría”.
También, destacó que la buena noticia de la Navidad es la encarnación de Dios “en nuestra casa humana”, con una finalidad concreta; la salvación, la liberación y la divinización del hombre.
“Por lo tanto es válida la siguiente interrogación: ¿qué valor tiene nuestra condición humana para que Dios quiera asumirla? Porque si Dios nace humano se concluye que vale la pena ser hombre”.

La catedral lució repleta de feligreses.
La catedral lució repleta de feligreses.

“Pero como hombres y mujeres nuevos como dice la segunda lectura de Pablo al hijo; renacidos a la amistad, a la vida y gracia de Dios o a la fraternidad y solidaridad humana”.
“Pero la celebración de la Navidad no es de quedarse para nosotros en una mera contemplación, porque esa es la tentación que podemos tener, una mera contemplación, una mera emoción o un sentimentalismo religioso que no conduce a nada”.
“Porque el cristiano no es de sentimentalismo sino de obras que agradan a Dios, por lo tanto debe llevarnos al compromiso de una existencia divina de acuerdo al plan salvador de Dios y eso implica una conducta coherente con nuestra fe en él”.
“Sino nos unimos para dar gloria y gracias a Dios en el cielo y desear paz para toda la humanidad, llevemos esta manifestación a la práctica a través de nuestras buenas obras porque solo así seremos ese pueblo purificado”, sugirió en su mensaje la Iglesia Católica.
“Y así nos dispondremos para la aparición gloriosa del gran Dios y salvador nuestro Jesucristo es decir para su encuentro definitivo con él en la eternidad”.
Hay que unirnos para dar gloria y gracias a Dios en el cielo y desear paz para toda la humanidad.
Hay que unirnos para dar gloria y gracias a Dios en el cielo y desear paz para toda la humanidad.

“Lo segundo de la Navidad es que este mundo que está tan lleno de materialismo, aunque la riqueza no es mala, pero hay que compartirla, ahora lo que es malo es el egoísmo”.
“No dejemos que ese ídolo del éxito, del dinero que se mete en el mundo del consumo, especialmente en esta fecha (Navidad) apague la llama del espíritu”.
“Y cuando el hombre deja de adorar también deja de haber paz en la tierra, por eso deseamos a todos sin distinciones, una feliz Navidad, adorando a este Niño con humildad, con alegría y al mismo tiempo deseamos a esa paz a esos hombres que aman el Señor”, puntualizó el mensaje de la Iglesia Católica durante la Misa del Gallo. (JS)