Año viejo, Año Nuevo

Por Benjamín Santos

El tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o la separación de los acontecimientos y nos permite hablar de un presente, un pasado y un futuro que siempre conviene ver en forma interrelacionada. De acuerdo a nuestro calendario que empieza con la fecha en que se ubicó el nacimiento de Cristo estamos terminando el año 2016 y saludamos la llegada del 2017, pero no es lo mismo para la cultura judía que empieza a contar el tiempo a partir de la liberación del pueblo judío de su esclavitud en Egipto o de la cultura musulmana que empieza a contar a partir del año 622 de la era cristiana o sea a partir de la égida cuando Mahona huyó de la Meca hacia Medina por la persecución de sus adversarios. Nuestro calendario es solar o sea que el año es lo que tarde la tierra en dar la vuelta alrededor del sol y para los musulmanes es el año lunar, más corto lógicamente.
Lo dicho sirve para relativizar nuestros deseos por un Año Nuevo para nosotros y para los demás. Vale solo para la cultura cristiana, no para la china, japonesa, musulmana o judía. Pero además es relativa por cuanto el presente de cada persona o de cada pueblo depende de su pasado y de sus proyecciones a futuro. El Año Nuevo no traerá nada a quien nada ha proyectado y programado a partir de su situación en el 2016 como resultado de su esfuerzo para alcanzar mejores niveles de vida. Nada ocurrirá por milagro a partir de la nada por más que le pidamos al Año Nuevo que nos traiga esto o lo otro. Dejemos a cada quien que maneje sus esperanzas en el nuevo año en forma individual o familiar. Veamos Honduras como comunidad nacional. ¿Hacia dónde vamos en el 2017?
No se necesita ser agorero o adivino para saber que nos espera un año políticamente agitado, económicamente incierto y socialmente difícil. ¿Por qué? Porque las tres dimensiones de la vida nacional están interrelacionadas. No podemos esperar prosperidad económica y bienestar social para todos, si la lucha por el poder, que es lo que se entiende popularmente por política, está al rojo vivo. El 12 de marzo, fecha de las elecciones primarias, se definen las planillas de candidatos con las cuales los partidos se presentarán a las elecciones generales de noviembre. No era necesario esperar el Año Nuevo para saber que la confrontación electoral se realizará entre un Partido Nacional unificado en torno a la reelección de JOH y tres partidos de oposición con grandes divergencias ideológico-políticas . Sin embargo, persiste la idea de lograr una negociación que les permite una alianza siquiera en el nivel presidencial, por lo menos entre LIBRE Y PAC. ¿Quién podría ser el candidato de consenso? Zelaya Rosales? Doña Xiomara? Nasralla? Un tercero? No lo sabe ni el Año Nuevo. Parece que el Partido Liberal se jugará su destino solo, con el candidato que resulte de las elecciones primarias.
Pero hay algo más. Aparte del enorme gasto que tendrá que realizar el TSE, ¿cómo será una elección en la cual participarán por primera vez 10 partidos políticos? Porque resulta que en nuestro país el nivel de participación democrática se mide por la dispersión de los votantes, lo contrario del principio de mayoría que es la piedra angular de los sistemas democráticos, de manera que estamos condenados a tener gobiernos de minoría con todo lo que eso significa en materia de ingobernabilidad. Nada logramos pidiéndole al Año Nuevo que nos traiga la solución a esos problemas que son nuestros y no del tiempo.
En materia económica, la creación de fuentes de trabajo depende del flujo de las inversiones nacionales y extranjeras, pero el dinero le huye a la incertidumbre y a la inseguridad, de manera que podemos anticipar que el 2017 habrá poco flujo de inversiones. Se esperará al 2018 cuando tome posesión el nuevo gobierno o permanece el mismo diz que para darle continuidad a los proyectos ya iniciados que son muchos y de diversa índole. Lo más seguro es que quién sabe, como dicen.
Ya sabemos, entonces, lo que nos traerá el Año Nuevo como ente colectivo. Lo que nos traerá a cada quien en forma individual o familiar, también ya lo sabemos. ¿O es que no sabe Cristiano Ronaldo lo que le espera en el 2017 cuando el fútbol chino le ha ofrecido 300 millones de euros, algo así como 260 mil al día, pero prefirió seguir en el Real Madrid? Feliz año.
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