SIETE HIJOS ADOPTIVOS DE LA CAPITAL

Nacieron en otras latitudes de la geografía nacional, llegaron en la niñez o en la juventud a Tegucigalpa para estudiar, en la búsqueda de nuevos horizontes, pero se establecieron en la vieja ciudad que les ofreció las oportunidades de vivir, formar familia y destacarse para engrandecer a la patria y a la noble población que les adoptó.  Muchos no regresaron a sus lugares de origen y el barroso suelo de la antigua capital se abrió para acoger sus restos y guardarlos para la eternidad.
Muchos de nuestros lectores no conocen de dónde llegaron a la capital y cuando oyen hablar de ellos, quizá por haber vivido en la histórica ciudad de las canteras creen que su cuna fue mecida en el poblado recostado en los cerros que la rodean o a las orillas del río Grande.
De esos famosos hijos adoptivos hoy hemos escogido a siete de ellos comprometiéndonos para una próxima entrega escribir sobre Carlos Izaguirre, Clementina Suárez, Matías Fúnez Cárcamo, Max Euceda, Mario Castillo, Julián López Pineda y otros personajes que hicieron de Tegucigalpa su hogar y el lugar donde reposan para la eternidad.
El Dr. Paulino Valladares (FOTO 1) nació en Güinope, El Paraíso en 1881 trasladándose a Tegucigalpa muy joven para realizar sus estudios secundarios y universitarios. Fue diputado a la Constituyente en 1908 y en 19l3 junto a Don Manuel M. Calderón y Adán Canales fundaron el diario “El Cronista”. Su capacidad para escribir le convirtió en uno de los más sagaces periodistas y en uno de los editorialistas que con profundidad analizaba los temas nacionales.
En Tegucigalpa contrajo nupcias con Doña Carlota Bernard hija del Dr. Karl Bernard primer decano de la Facultad de Ciencias Médicas de Honduras y de esa unión nacieron Otto y Alejandro Valladares B. quien siguió las huellas de su padre en el diarismo nacional. A Paulino Valladares se le conoce como “El Príncipe del Periodismo” y uno de los premios anuales de la AP H lleva su nombre. Falleció en Panamá pero sus restos mortales descansan en el cementerio General de Tegucigalpa.

Dr. Jesús Aguilar Paz diseñó el mapa oficial de la República de Honduras.
Dr. Jesús Aguilar Paz diseñó el mapa oficial
de la República de Honduras.

Dr. Jesús Aguilar Paz (FOTO 2) nació en Gualala, Santa Bárbara en 1895 y desde niño mostró su vocación por la enseñanza por lo que sus padres lo trasladaron a Tegucigalpa y en la Escuela Normal fundada por Don Pedro Nufio obtuvo el título de maestro en instrucción primaria en 1914. Recién graduado inició su profesión en la Escuela Normal de Occidente pero en 1915 tomó la decisión de elaborar un Mapa de Honduras tarea que le tomó 18 años recorriendo todo el país a lomo de mula, confeccionando croquis y ubicando geográficamente cada población del país.
Esa titánica labor con sus propios recursos y sin contar con aparatos sofisticados culminó en 1933 y legó una obra magistral que fue oficializada por la perfección con que fue hecha. Obtuvo su título de Doctor en Química y Farmacia en la Universidad Nacional de Honduras y al contraer nupcias con Doña María Eva Cerrato en Pespire en 1927 se instaló en Tegucigalpa para constituirse en el tronco de una honorable familia. Falleció en Tegucigalpa el 26 de Junio de 1974 y aún cuando recibió premios y reconocimientos en vida, la patria todavía está en deuda con el Dr. Jesús Aguilar Paz por sus enormes servicios prestados a Honduras.
Dr. Vicente Mejía Colindres (FOTO 3) originario de La Esperanza, Intibucá nació en 1878, en Tegucigalpa estudió medicina y al enrolarse en las actividades políticas de su partido, el liberal, se radicó en la capital de la República. Hombre estudioso dedicó en su juventud espacios para escribir sobre temas políticos y sociales, fue diputado y Secretario de Estado en el gobierno del general Rafael López Gutiérrez logrando en 1928 la candidatura presidencial por el Partido Liberal que al ganar las elecciones le convirtió en Presidente Constitucional de Honduras de 1929 a 1933. Casado con doña Rosina de Mejía Colindres, se retiró después del ejercicio presidencial a su profesión, vivió humildemente hasta su deceso en 1966. Sus restos descansan en el cementerio General de Tegucigalpa.
Dr. Vicente Mejía Colindres, intibucano Presidente de Honduras 1929-1933
Dr. Vicente Mejía Colindres, intibucano
Presidente de Honduras 1929-1933

Profesor Rafael Bardales Bueso (FOTO 4), nació en Zacapa, Santa Bárbara en 1911 estudió magisterio en Tegucigalpa en los años de gran convulsión política. La enseñanza le llevó a San Pedro Sula, pero luego se trasladó a Tegucigalpa para dedicarse a la docencia en el nivel secundario. Hombre investido de sencillez y mucha capacidad pedagógica no le hizo marginarse de las actividades partidarias destacándose como miembro del Partido Nacional que le confió la Presidencia de su Comité Central en los años setenta. Fue Director General de Educación Primaria y Secretario de Estado en el Despacho de Educación; escribió una serie de libros sobre la temática educativa en nuestro país, sobre la vida política del General Morazán y la Historia del Partido Nacional. Su hogar lo formó en Tegucigalpa ciudad que le vio morir en 1997.
Profesor Luis Landa Escober (FOTO 5) nació en la aldea de San Ignacio perteneciente al mineral de Cedros en 1875 y después de sus estudios primarios se trasladó a Tegucigalpa para realizar sus estudios secundarios en el Instituto “Espíritu del Siglo” donde obtuvo su título de maestro. Por ser un sobresaliente alumno ganó una beca para realizar estudios superiores en pedagogía en Santiago de Chile donde permaneció por espacio de tres años. Al retornar al país se le otorgó plaza de maestro en la escuela de la ciudad de Comayagua donde también se desempeñó como Director del Instituto “León Alvarado”.
Al reintegrarse a Tegucigalpa se le confió la dirección de la Escuela de Ensayo No. 1 que después pasó a ser la Escuela Francisco Morazán en el barrio La Ronda. Fue subsecretario de Educación y catedrático en Ciencias Naturales en el Instituto Central de Varones, en las Escuelas Normales de Varones y Señoritas de la capital y en otros colegios privados. El gran maestro de generaciones contrajo nupcias con la Profesora Ernestina Zúniga estableciendo su hogar en la capital donde falleció en 1977 a la edad de 102 años.
Prof. Rafael Bardales Bueso eminente Educador nacional
Prof. Rafael Bardales Bueso eminente
Educador nacional

Dr. José Reyna Valenzuela (FOTO 6) nació en la antañona Comayagua en 1907 y decidió trasladarse a la capital para realizar sus estudios universitarios en la carrera de Química y Farmacia. Estudioso de la historia, comenzó a escribir de acuerdo a las investigaciones que hizo en los archivos de la Biblioteca Nacional y dio importancia al rescate del pasado de la ciudad que le abrió sus puertas para vivir, Tegucigalpa. Sus amigos eran los intelectuales y con ellos aprendió a conocer la historia de aquel poblado que los españoles establecieron en la rica zona minera del centro de Honduras en 1578.
Si bien es cierto que han surgido varios cronistas de la ciudad capital, el Dr. Reyna Valenzuela junto a Gonzalo Guardiola y Marco Antonio Rosa encabezan el grupo de valiosos hondureños que han descrito el pretérito y costumbres de Tegucigalpa. Por muchos años vivió en uno de los callejones de La Plazuela entre el Castillo Barahona y la primera calle del Río Oro o Chiquito conocida también como la calle de la Penitenciaría Central. Falleció en Tegucigalpa en 1997.
Medardo Mejía (FOTO 7) nació en Manto, Olancho en 1907 y se trasladó muy joven a la capital hondureña para realizar sus estudios universitarios. Muy joven se definió como un hombre de ideas revolucionarias y encontró su escenario para escribir en el periódico que editaba en Tegucigalpa su coterráneo Froylán Turcios. De espíritu acucioso se dedicó a la investigación de hechos y personajes de nuestra historia, convirtiéndose en uno de los abanderados de una generación de escritores que cambiaron el concepto de relatar la historia por la de analizarla y comentarla para entender sus efectos en el presente y el futuro. Medardo Mejía legó una serie de obras que nos han permitido conocer con más claridad el pasado nacional. Pero Medardo no solo fue historiador, fue un exquisito poeta y un periodista que fustigaba desde sus columnas a quienes atentaban contra la democracia y los derechos del pueblo. Su muerte en la ciudad que le adoptó como uno de sus hijos se produjo en 1981.
Así hemos recordado a siete hijos adoptivos de la antañona ciudad de las canteras la muy noble y leal ciudad de San Miguel de Tegucigalpa.
 
El Profesor de Estado Don Luis Landa Escober.
El Profesor de Estado Don Luis Landa Escober.

 
El historiador y cronista de la ciudad Dr. José María Reyna Valenzuela
El historiador y cronista de la ciudad Dr. José María Reyna Valenzuela

 
Historiador, escritor, poeta y Abogado Medardo Mejía.
Historiador, escritor, poeta y Abogado Medardo Mejía.

Hasta la próxima semana.