Eduardo Martell, aspirante presidencial:

Se define como un soñador y tiene razón dado su monumental propósito: Derribar el statu quo del Partido Liberal para devolverle la hegemonía que mantuvo por más de un siglo en la vida política hondureña. Juventud y valor le sobran pero su primera prueba de fuego será ganar las elecciones primarias del próximo 12 de marzo frente a cuatro contendores, dos de ellos considerados favoritos. Se trata del precandidato presidencial Eduardo Martel, quien con su movimiento “Nueva Actitud” invita al liberalismo a no votar por los políticos tradicionales.
¿Cuándo fue su primer contacto con la política?
En 1991, el expresidente Carlos Roberto Reina llegó de visita a mi casa y me impresionó su presencia. El doctor Reina era amigo de mis padres.
¿Participó en política estudiantil?
Efectivamente, fundamos el Movimiento Independiente Renovador (MIR) en la Facultad de Derecho de la UNAH para luchar contra el movimiento estudiantil corrupto y oficialista de entonces.
¿Qué le dijo su familia cuando decidió armar el movimiento presidencial?
Recibí el apoyo desde un inicio de toda mi familia. Mi papá es un permanente idealista, un incansable luchador, incluso, perseguido por sus ideas en los años ochenta.
ERIS¿Cómo ha sido el proceso de inscripción del movimiento?
Nada fácil. Estamos enfrentando todos los obstáculos, comenzando con todas las trabas del Central Ejecutivo, queriéndonos imponer un impuesto de guerra. Pero vamos a seguir adelante, es una cuestión de honor y dignidad.
¿Por qué participa?
Es que ha llegado la hora de un cambio en mi partido y en el país. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Si no somos parte de la solución entonces somos parte del problema, ya sea por acción u omisión. El que solo crítica y se queja pero no participa ni propone, entonces, no es agente de cambio.
¿Qué le han dicho de su corriente?
De todo. Unos dicen que estamos locos. Otros no querían que participáramos. Son sectores que no quieren cambios en el Partido Liberal y en general en la política hondureña.
¿En qué se diferencia usted de los demás precandidatos?
Nosotros fuimos el primer movimiento en dar un paso al frente cuando los demás líderes y corrientes estaban escondidos. Cuando los que tenían que dar el paso no lo dieron. Nosotros recorremos el país para escuchar a la gente. Los demás arman una concentración, va el líder, da su discurso y se regresa y no escucha nada de lo que está pensando. Se regresa con la misma ceguera con la que llegó.
¿Qué quiere la gente?
La gente está harta de la clase política tradicional y con justa razón. Llegó la democracia como la panacea de los problemas de nuestro país después de los gobiernos militares, la gente esperaba empleos, vivienda, y eso nunca llegó.
¿Cómo piensa convencerlos?
Cuando escuchan nuestro mensaje crítico de protesta con la situación actual, empiezan a salir los seguidores. Si a mí me escucharan más personas ganaría sin problemas la contienda, pero no es fácil romper las preferencias de los medios por los candidatos oficialistas aunque la gente no quiere saber nada de ellos.
Alguien dijo que usted es otro riquillo caprichoso de Las Lomas. ¿Es cierto?
No es cierto. Ni somos riquillos. Obviamente tenemos un trabajo, vivimos en otro nivel que no vive el 80 por ciento de la población hondureña. Tampoco es un capricho.
Obviamente el mundo del otro 20 por ciento es diferente.
Obviamente, pero aún así nos pasan muchas cosas similares. A mi esposa la asaltaron recientemente con una pistola. A mí me quebraron el vidrio de mi carro y me robaron una computadora, hace seis meses. De un mes a otro me subió más de mil lempiras la energía eléctrica. El que crea que no le va afectar la crisis de un país está equivocado. Le va llegar tarde o temprano.
¿Le hicieron ofertas para que declinara en movimiento?
En estos últimos meses me ofrecieron ser designado presidencial de otras corrientes. Me ofrecieron incluso reconocerme los gastos de campaña en los que había incurrido. Nos ofrecieron ser parte de planillas del Central Ejecutivo. Nos ofrecieron lo que quisiéramos, pero nosotros no andamos buscando chamba. Yo tengo mi trabajo, podría quedarme al margen, pero soy ciudadano y me preocupa el destino de este país.
¿No lo vamos a ver en planillas si pierde las primarias?
No. Mire, la lucha es permanente, la lucha no se termina el 12 de marzo, Nueva Actitud no muere el 12 de marzo si hipotéticamente pierde, ni tampoco en las elecciones del 2017. Esta lucha es permanente. Apúntelo: Yo no voy entrar a una negociación de diputado u otro cargo.
¿Pero va apoyar al ganador?
Siempre y cuando se cumplen dos condiciones: Primero, que el proceso electoral sea transparente, que gane el que saque más votos sin comprar mesas o manipular los resultados y que el Partido Liberal asuma posiciones de verdadera oposición. Si sigue arrodillado frente al Partido Nacional y postrado ante Juan Orlando Hernández, así como le entregó la Corte Suprema de Justicia y esas negociaciones del Congreso, eso no va conmigo, doy un paso al costado y apoyo a mis diputados y alcaldes que salgan de nuestro movimiento pero no voy a ser parte de esa vieja política. Tengo 39 años y lo menos que quiero es que digan: Ese es un chabacán, ese es un traidor o un vividor porque no lo soy.
¿Cuál ha sido el comportamiento del Partido Liberal después de la crisis del 2009?
Existe un antes y después del partido. Mostró que el partido fue víctima de su éxito electoral, ganábamos las elecciones y no se miraban los problemas internos. Pero con la crisis comenzaron aflorar, falta de organización, estructura de sus cuadros y cercanía con la gente.
¿Qué han hecho las autoridades de turno para remediar esos problemas?
Sinceramente, las autoridades del 2008 ni las del 2012 no han hecho nada por cambiar esa realidad, al contrario, vemos que el presidente actual (Mauricio Villeda) va de candidato a diputado en lugar de entregar este partido fortalecido a una nueva generación. Pero se involucra en una campaña, entonces, el Partido no tiene norte.
¿A quién no quiere ver la gente?
En el partido se insertaron liderazgos que no son liberales, que lo que quieren es su beneficio personal, lo único que buscan es el tilín tilín del que hablaba Pineda Ponce. Les interesa salir con recursos de su actividad política. Vendieron el voto, hay anécdotas tristes de personas que llevaban los maletines para que les echaran el dinero. A esa clase política es a la que no quiere ver más el pueblo hondureño.
¿Qué será del partido si no hay cambios?
Si nosotros no cambiamos el rumbo, el partido tiene contados sus días porque la sociedad ha cambiado, ya no vive de recuerdos o que solo porque sus abuelos eran liberales. No, la gente quiere que le resolvamos sus problemas. Si no cambiamos esa realidad, el Partido Liberal va a desaparecer. Necesitamos una nueva actitud de inmediato en el Partido Liberal.
¿Qué reformas haría?
Reformar la composición del Central Ejecutivo para que haya más representatividad territorial ya que el 90 ciento de sus miembros, hoy, son de Tegucigalpa. Vamos a descentralizar el presupuesto del Partido Liberal, queremos saber en qué se invierte el dinero de la deuda política. El Partido Liberal ha recibido más de 500 millones en la etapa democrática, de deuda política.
¿Dónde están esos 500 millones? ¿En qué se diferencia su movimiento a los otros?
Hay dos movimientos que los llamo del oficialismo, obedecen a élites políticas y económicas. Pasa no solo en el Partido Liberal. Es una práctica histórica en todos, estas élites mandan a sus pupilos y los apoyan a su conveniencia.
¿Parece ataque?
Yo no ataco a las personas, ataco el comportamiento. Entonces, quienes están detrás de estos candidatos oficialistas son los mismos que llevaron al Partido Liberal al tercer lugar, los mismos que negociaron el Congreso Nacional, La Corte y toda la institucionalidad.
¿Y usted no es oficialista?
A nosotros nos ven de un lado porque saben que no nos pueden controlar, nosotros no tenemos ningún tipo de padrino y eso nos hace actuar independiente.
¿Por qué no quiere pagar el millón de lempiras?
Soy respetuoso de la ley, escucho al presidente del Partido Liberal atacando a Juan Orlando Hernández por violador de la Constitución y yo lo acompaño en esa denuncia, porque efectivamente el Presidente Hernández está irrespetando la Constitución. Yo quiero que me diga el Central Ejecutivo y su presidente, en que parte de la Constitución o qué parte de la Ley Electoral se exige dinero para participar en la actividad política.
¿No pagará?
Óigame, si levantar al Partido Liberal es un esfuerzo enorme, si cuando vamos a un municipio nos dicen vendidos, no queremos saber nada de ustedes, traidores. Tenemos que convencerlos que somos distintos, nadie quiere ser parte de las planillas porque lo ven como un partido débil, postrado y arrodillado. Más bien nos deberían de felicitar y agradecernos que estemos haciendo este esfuerzo para recuperar la fortaleza del partido.
EL-ES-MARTEL¿Usted apoya la alianza con Libre y Pac?
Yo he dicho de la alianza lo siguiente: Estoy dispuesto a sentarme el 13 de marzo a las 8:00 de la mañana aquí en mi casa para que discutamos la posible alianza en función de los intereses de nuestro país, la ciudadanía, no para repartirnos el pastel ni beneficios personales. Es una negociación diáfana al público, que sepa qué estamos negociando. Si al final, identificamos que la alianza está en función de lo que pensamos, no tengo problemas en apoyarla. Pero en alianza, los partidos no deben tener doble discurso: que no quieren la reelección pero quieren reelegirse, que critican a Juan Orlando pero por debajo de la mesa lo apoyan.
¿No la apoyará?
La alianza está de moda, pero mi objetivo principal en este momento es recuperar el Partido Liberal de esos zánganos que lo tienen en el tercer lugar y darle esa fuerza histórica. Si nosotros ganamos, se le complica el panorama a Juan Orlando porque seremos un partido beligerante.
¿Qué hará con tantos zánganos?
Lo que quieran los liberales, ellos nos van a dar esa facultad. Si me dan la confianza con el voto, van para afuera todos esos malos liberales que traicionaron al partido y a Honduras. Será una medida sin contemplaciones, sin negociaciones, van para afuera, porque una célula cancerígena sino la extirpa le daña todo el cuerpo.
¿Quiénes integran su movimiento?
De todos los sectores y partidos. No es un proyecto exclusivo de liberales, aquí hay gente que estuvo en Pac, gente que estuvo en Libre, y hasta gente del Partido Nacional, porque no somos sectarios.
Se habla mucho que los liberales están unidos. ¿Es cierto?
No es cierto. Hay dos modelos en el partido: El modelo que quiere seguir usufructuando el partido para su beneficio y el modelo que quiere el cambio, ese cambio, somos nosotros, Nueva Actitud. Yo no estoy unido con quienes quieren el continuismo, con quienes se venden en el Congreso, con los que no toman una posición clara contra la reelección. Eso me indigna. Y por eso le digo que no hay unidad y de aquí al 12 de marzo no nos vamos a unir.
¿Qué tan decisiva son las primarias (el 12 de marzo) para la sobrevivencia de su partido?
Esa fecha marcará el rumbo que deberá seguir el Partido Liberal. O decidimos por el pasado de la traición, de lado de quienes traicionaron y hundieron al partido o el presente y un futuro esperanzador.
¿Cuál será su discurso en la campaña?
Lo primero es decirle a los liberales que votar por el pasado es botar el voto, es desperdiciar el voto, pasar a lo mismo o peor de lo que está pasando en el país o peor si gana el oficialismo del partido.
¿Cuál es su propuesta?
A la gente le estamos diciendo que no les crea a los políticos tradicionales, que la promesa que les hagan no la van a cumplir. Hemos visto en 30 años que prometen trabajo, salud, educación, infraestructura y resulta que estamos peor en todos esos niveles. A la gente hay que darle confianza, que crea en nosotros como persona, yo tengo claro que el país necesita generar empleo. Uno de dos hondureños no tiene empleo. Así no podemos seguir.
¿Qué haría usted para mejorar la vida de los hondureños?
Crear un ambiente de inversión con impuestos moderados, que la DEI no ahorque a los pequeños empresarios, incentivos para el crédito barato que impulse la inversión y que el Estado los acompañe podríamos mejorar el desarrollo, pero nada de esto se va a lograr con la misma clase política.
¿Qué le aconseja a los electores?
Qué se fije en los candidatos, quiénes están detrás de ellos. Hay unos que se presentan como redentores y solo han estado 40 días, pero tienen a los mismos que han estado 30 años dirigiendo el Partido Liberal y no han hecho nada. Necesitamos cambio de liderazgo. Yo le llamo el cambio de las tres R: Revitalizar, Regenerar y Renovar.
¿Usted no le tiene miedo a un debate a Gabriela o Luis Zelaya?
No. Pienso que son extraordinarios profesionales en sus áreas, pero exijo que vayamos a un debate, que el pueblo hondureño nos escuche en igualdades mediáticas, que nos conozcan, que expongamos nuestras ideas para ver si todos pueden hablar de lo que yo estoy hablando. A ver si pueden hablar de esas 12 familias que tienen controlado este país.
¿Siente discriminación de los medios de comunicación?
Siempre ha sido así. Estamos en un evento y los medios solo buscan a los candidatos oficialistas, enfocan a quienes le piden los jefes, existe esa discriminación, pero ya sabíamos que iba a pasar.
¿Quiénes están detrás de usted?
Ciudadanos que quieren lo mejor de este país. Nosotros hemos andado tocando las puertas de gente que no nos conocía, a veces no abrían, fue muy difícil, pero le puedo asegurar que no hay ningún grupo económico ni político o social que limite nuestra libertad de acción. Es gente que ha tomado la decisión de unirse por el cambio.
SELLO-MARTEL