Por: Francisco Zepeda Andino
Cnel. ® FAH
El pasado jueves 12 de enero, una columna de 24 vehículos blindados, que posteriormente comprenderá unos 90 tanques pesados M1A1 Abrams, artillería, camiones y otro material de guerra, cruzaron la frontera de Alemania hacia Polonia. Junto al convoy también llegaron más de 4,000 soldados, componentes de una Brigada Blindada del Ejército de los Estados Unidos de América. Al contrario de lo sucedido el 1 de septiembre de 1939, cuando los panzers y tropas de la Alemania nazi invaden el territorio polaco iniciando la Segunda Guerra Mundial, en esta ocasión fueron recibidos con alegría por la población y se les dio una bienvenida oficial encabezada por la primera ministra de Polonia Beata Szydlo.
La historia de Polonia está plagada de conflictos bélicos, en parte explicables por la condición geográfica de su territorio, la mayor parte ubicado dentro de la “gran llanura europea”, extendiéndose desde los pirineos en la frontera española-francesa, hasta los Montes Urales en Rusia, lo cual, ante la ausencia de elevaciones significativas, es terreno adecuado para conducir operaciones militares. Por territorio polaco pasaron las tropas de Napoleón Bonaparte, con su “Grand Armée” en su invasión a Rusia en 1812. La rivalidad ruso-polaca está matizada de enfrentamientos e invasiones. En 1610, tropas de la Mancomunidad Polonia-Lituania, ocupan el Kremlin en Moscú, desde el 17 de septiembre hasta el 4 de noviembre de 1612. Y así sucesivamente, el territorio polaco atestigua casi todos los conflictos europeos en su suelo.
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ocupa la mitad oeste de Polonia y la Unión Soviética la parte este. Al finalizar la conflagración, Polonia queda formando parte del Bloque Soviético y allí nace, precisamente, en 1955, el Pacto de Varsovia, liderado por la URSS, como contraparte a la OTAN, (Organización del Tratado del Atlántico Norte, NATO en inglés), establecida por Estados Unidos de América para enfrentar la percibida expansión soviética. Desde 1945 hasta 1991, la “República Popular de Polonia”, sirve como un satélite más de la Unión Soviética.
Tomando en cuenta la historia de difíciles relaciones y conflictos entre Rusia y Polonia, es fácil comprender que no existe una afinidad entre las dos. Aparte de eso, las acciones de los rusos recientemente, en la península de Crimea y posicionamiento de armas ofensivas y tropas en sus fronteras oestes, ha despertado la intranquilidad en naciones como Estonia, Letonia, Polonia y Lituania.
De allí la bienvenida y satisfacción de los polacos ante la llegada de tropas y equipo blindado norteamericano. El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, respondiendo a una pregunta sobre el traslado de tropas y equipo hacia Polonia, dijo que por lo menos en parte es motivado por las acciones desestabilizadoras y de escalamiento de los militares rusos en el último año, añadiendo la ya consabida expresión de ser un movimiento rotatorio, planificado desde el año pasado. Así mismo, el teniente general Tim Ray, vicecomandante del Comando Europeo de los Estados Unidos, aseguró que lo anterior era también para demostrar el compromiso de los EUA a sus aliados en Europa en vista de la intervención del presidente Putin en Ucrania.
Según las explicaciones dadas, el contingente norteamericano no solo permanecerá en Polonia sino que se desplazará a naciones como Hungría, Bulgaria, Rumania, Estonia, Letonia y Lituania, para realizar maniobras conjuntas con las Fuerzas Armadas de esos países. Como si eso no fuese suficiente para poner nerviosos a los rusos, la OTAN ha anunciado que 4 batallones serán destacados durante el año, 1 a Polonia y 3 a los Estados Bálticos, provenientes de miembros como Alemania, Canadá e Inglaterra.
Las preguntas del año son: ¿Cuál será en definitiva la política del Presidente Trump hacia Rusia? ¿Cumplirá sus expresiones de amistad hacia Putin y deseos de mejorar las relaciones no tan cordiales que deja el gobierno saliente? ¿Si Trump considera que la OTAN “es obsoleta”, qué camino le queda a esa organización para asegurar la defensa de Europa?
Una confrontación nuclear en Europa es impensable pero acciones militares limitadas como las ocurridas en Ucrania no son totalmente descartables. 4,000 norteamericanos en las fronteras rusas no son una fuerza abrumadora. Pero sí son una avanzada y una señal.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov aseguró en respuesta a lo ocurrido: “Esta operación amenaza nuestros intereses y nuestra seguridad”.
Polonia, derivada de la palabra eslava (polié) que significa “llanura”, como una descripción real de su geografía, que por siglos ha contemplado y sufrido el paso de tropas hacia el este o el oeste, encaminadas al combate, puede ser la más interesada en evitar las consecuencias fatales de nuevas acciones bélicas.
La administración Trump deberá presentar, en un término prudencial, su documento “Estrategia de Seguridad Nacional” (National Security Strategy), y tal vez allí sabremos cómo andará el mundo en los próximos 4 años.