‘Torones’ de ‘El Pozo’ se pasean por los Tribunales

El pánico se apodero de transeúntes, visitantes, litigantes y periodistas, cuando tres “Torones”, recluidos en la cárcel de máxima seguridad denominada “El Pozo”, llegaron hasta las Salas de Sentencia, “enchachados” de pies y manos y con la “cabeza rapada”, mostrando sus tatuajes alusivos a la “mara.
Los tres imputados llegaron con una alta seguridad de la Policía Militar, sin mucho ruido y sin previo aviso, ya que son cabecillas de pandillas, por las que su séquito está pagando por su liberación.
Los “Toros” iniciaron anoche un juicio oral y público, donde las autoridades los suponen responsables por un rosario de delitos, que los podría declarar inquilinos permanentes en ese recinto penitenciario en Ilama, Santa Bárbara.
Los tres hombres vestidos con overoles naranja, “enchachados”, con raros cortes de pelo, tatuajes en sus rostros y los tradicionales tenis blanco y negro, que los diferencia de la “mara” contraria, caminaron por las deterioradas calles de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), poniendo nervioso a todo aquel que los veía.
Los tres miembros de la criminal “Mara 18”, fueron llevados hasta el tribunal de sentencia con jurisdicción nacional, donde tres jueces les leyeron sus derechos y de inmediato inició el juicio por los delitos de asociación ilícita, asesinato, extorsión, robo de carros, portación ilegal de armas y tráfico de drogas.
Los inquilinos de El Pozo aprovechan cuando son traídos a Tegucigalpa para “respirar” un poco, ya que reciben comidas preparadas por sus familiares y logran platicar con ellos, ya que en la cárcel no pueden, antes de ser ingresados al Tribunal y sobre todo recordar los momentos más felices que vivieron durante gozaron de su libertad.
SON LOS CABECILLAS

Los tres “Torones” llegaron calladitos y con bajo perfil y uno al ver que lo fotografiaban, se escondió detrás de una palmera.

Unas de las fuentes del Poder Judicial, señaló que son miembros activos de la Mara 18, considerados cabecillas de la organización y encargados de dar las más terribles órdenes desde los presidios a sus subalternos libres, como la ejecución de masacres, homicidios, feminicidios, extorsiones, robos de autos, secuestros y hasta “trabajitos” de sicariato selectivo.
En este contexto, los cabecillas eran investigados y según algunas informaciones seguían ordenando todo tipo de delitos desde las cárceles, mediante llamadas telefónicas y con mensajes de la “muerte” llevados por sus simpatizantes o familiares que los llegaban a visitar semanalmente a los presidios donde guardaban prisión, antes de ser llevados a Ilama, Santa Bárbara.
Para el caso, se encuentra Olvin Reinaldo Enamorado, alias “Porki”, acusado de asesinar varios niños en la zona norte del país junto a otro pandillero apodado como “El Genio”, entre otros homicidios.
Tres pandilleros conocidos como Wilmer de Dios Herrera, alias “Termite”, “Bravo Nice” y “Rebelde”, fueron los primeros en ser subidos a comandos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).
LLEVADOS A “EL POZO”
Como se recordará, a inicios de enero, desde varios presidios fueron subidos los mareros a los helicópteros y vestidos con uniformes anaranjados, distintivo de los calificados de peligrosos.
CRIMINALES
Cabe señalar que los trasladados no portaban prendas personales como en las primeras ocasiones, solo el tenis distintivo de los “mareros”.
La mayoría, desde que fueron sacados de sus módulos o centros penales, se comportaron relativamente tranquilos, denotando seriedad y que no les importaba ser confinados.
Otros mostraban rostros desencajados, tirando de vez en cuando, risas llenas de nervios.
De acuerdo con un informe de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), la medida implementada por el Estado ha disminuido en un 80 por ciento el cobro de extorsión desde las cárceles.