Hombre se acabaron las ferias bonitas…

Hombre se acabaron las ferias bonitas de los pueblos, ahora solo anuncian: “Estamos celebrando a nuestra patrona la virgen de las siete ampollas y un divieso, habrá alborada, carrera de cintas, coronación de la reina y otras cositas”, hasta ahí llegó la feria. Antes era diferente, se instalaban los famosos chinamos, había juegos de toda clase, jugaban chivo a escondidas porque si no los llevaban al mamo, y lo que más llamaba la atención era la lotería cantada, los que no jugaban hacían rueda solo por escuchar al que cantaba “atención el que la duerme la pierde, listos todos con su cartón en la mano y sus granos de maíz o de frijoles para marcar… marque bien si la duermen la pierden… “estaba la rana un día sentada sobre un tablón, luego vino el pícaro sapo ran ran le rompió el calzón” rana, la pelota “yo soy Jorge Negrete porque no tengo patillas, pero tengo una palmera que me llega a las rodillas… Palmera la pelota”, de repente alguien gritaba “lotería”… perfecto se ha ganado una máquina de coser”… al ganador le daban una olla para coser frijoles. Creo que si hay loterías de esas de antes serán cantadas con los dedos de la mano. El torofuego y los rascaniaguas eran esenciales en toda feria, actualmente hay torofuegos en ciertas ferias no en todas. En algunas han quitado la carrera de caballos, la de cintas, los encostalados y otros juegos bonitos, sin embargo hay comunidades muy apegadas a las viejas tradiciones.
Aquí en la capital abundan los torofuegos especialmente en el Congreso. Recuerdan que en la primera sesión varios torofuegos se subieron a la mesa principal, se carreriaron en las computadoras, se volaron la campana y otras torofuegadas. Después en plena sesión sacaron unos pitos de árbitro y comenzó de nuevo el circo. En una votación andaban con pancartas paseándose por el hemiciclo, hicieron otras torofuegadas que ustedes recuerdan. Salvador Nasralla después de entrevistas que le hicieron declaró que él jamás formaría parte de una alianza. De repente le pegó la torofuegada de ir a una reunión de Libre donde lo recibieron con grandes aplausos, el que dijo que jamás apoyaría a los corruptos andaba navegando en medio de ellos, no conforme con su discurso terminó pidiendo vivas a Libre y patria o muerte venceremos.
Los torofuegos están en todas partes, ahí mismo en su casa hay uno, de repente se levanta con los alambres pelados y comienza a vociferar contra la esposa y los hijos y se lleva de encuentro a JOH, si no es el hombre es la mujer que también es torofuego y cada vez que se le pelan la emprende contra el marido y es otra que se lleva de encuentro a Mel Zelaya. La verdad es que los políticos siempre salen a relucir, si no es la política es el fútbol.
Basta ser mecha corta para ser un torofuego sea hombre o mujer. He oído sermones de sacerdotes que son torofuegos a veces la emprenden con los pobres feligreses, también hay pastores y pastoras alambres cambiados, oí a una pastora que la emprendió contra sus seguidores por el famosos diezmo, como que no había caído merusa y por eso la mujer estaba encachimbada diciéndoles “ladrones no le roben a Dios”, dijo uno de los afectados: “Aquí vamos a ver quién le roba a quién”. Puras torofuegadas. Hay amigos que aconsejan a otros: “No le den de beber mucho a este que se pone torofuego”, o se que hay personas que no se puede tomar una cerveza porque el cambio de alambres es automático, inmediato.
Hay maestros que amenazan a sus alumnos: “No sigan portándose mal, hagan sus tareas porque todavía no me han visto torofuego”, y es verdad hay maestros que son tan torofuegos que hacen huelgas sin haber motivos solo por que se les mete la torofuegada de estar chingando al gobierno. Me contaba una señora que ella jamás había visto torofuego al esposo, hasta que un día los hijos sacaron malas notas y en la hora de la cena le pegó el totofuego y gritó “que mierda” y le dio vuelta a la mesa del comedor, salió corriendo como loco para un cerro hasta que los fueron a bajar. Desde entonces mejoraron las notas de sus hijos: “Si no le hubiera pegado el torofuego mis hijos fueran malos estudiantes”.
Un día estaba en una barbería esperando turno, uno de los barberos estaban disgustado con la mujer, así se lo explicaba a su cliente, luego dejó de cortarle el pelo al hombre, se puso torofuego, lanzó la máquina de quitar pelo a un lado y con una expresión de enojo salió a mil diciendo: “quiere huevos con esta mujer”. O sea que los torofuegos están en todas partes.