“Catrachos” en EEUU abandonan empleos por temor a ser deportados

Varios migrantes hondureños que viajaron de forma ilegal a Estados Unidos, para hacer realidad su “sueño americano”, en las últimas semanas se han visto orillados a abandonar sus empleos, ante el temor de ser sorprendidos por las autoridades migratorias y ser deportados.
Eso es lo que relatan algunos “catrachos” migrantes, como Carlos Mendoza, originario de Marcala, La Paz, quien contó que hace cuatro días no asiste a su trabajo, en un restaurante de la ciudad de Miami, Florida, ya que observó a “la gente de Migración, que llegó a pedirles papeles a los trabajadores”.
“Somos varios los que dejamos de ir a trabajar porque nos da miedo que nos deporten”, lamentó.
Por su parte, el líder de la Organización Hondureña de Palm Beach Florida, José Cerrato, explicó a LA TRIBUNA que los agentes policiales solo ejecutan las órdenes de captura a las personas que han cometido una infracción a ley y que no se presentaron ante el juez de la Corte a la que fueron citados.
Cerrato detalló a LA TRIBUNA que lo peor que les puede pasar a los compatriotas es estar “en el lugar y hora equivocada”, porque ICE puede tener una orden de arresto para una persona y van a buscarla en la dirección que se registró en el expediente”.
“Pero si la persona se ha trasladado de domicilio y el lugar es habitado, y abren la puerta, proceden a pedir identificación a las personas; y de no portar ningún documento, pasan a proceso de deportación”.

Unos 2,800 hondureños han sido deportados desde Estados Unidos por la vía aérea, en lo que va del año.

“Ha habido más arrestos en el período de Obama, no es en el período de Donald Trump, el presidente Trump es racista, pero lo que se está haciendo en estos momentos es cumpliendo oficialmente las órdenes de deportación de la gente que no llegó a las cortes, a esto le están dando prioridad” explicó.
Según el dirigente, los operativos no son nuevos, y no se aplican solo en la ciudad de Miami, pues se implementaron desde el gobierno del presidente Ronald Reagan, en que la policía, en cualquier Estado, está autorizada a pedir un documento de identificación a cualquier persona que transite en territorio estadounidense.
CUENTAS PENDIENTES
Explicó que durante los últimos años están buscando optimizar la aplicación de justicia; las oficinas federales emiten la orden de ir a buscar a la casa a quienes tengan cuentas pendientes en este país; de no encontrar a la persona, proceden a verificar su estatus migratorio.
“La semana pasada llegaron a buscar a una persona como a tres cuadras de mi casa y esa persona ya no vivía ahí, pero estaba una señora, les abrió y le preguntaron: ¿tiene documentos?”, comentó el entrevistado.
OPERATIVOS MIGRATORIOS
La Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras informó que durante un operativo realizado el fin de semana, por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), se detuvo a cinco hondureños.
Según detalle de las autoridades de la Cancillería, dos de los aprehendidos se encontraban en la ciudad de Nueva York y tres en Atlanta, por tener asuntos pendientes con la justicia estadounidense.
La portavoz de la Cancillería hondureña, Claudia Solórzano, indicó que “al segundo monitoreo que hemos realizado, nos confirman que son cinco hondureños capturados por delitos, pero no se han revelado sus nombres”.
El hondureño Enrique Mejía Ordóñez relató que fue capturado por la DPI, por error, pues su nombre es el mismo de un compatriota que tiene cuentas pendientes con la ley. Ahora está libre.

En lo que va del año suman seis hondureños detenidos por los oficiales de ICE, como parte de ejecución del nuevo plan migratorio impulsado por el presidente Donald Trump.
CAPTURADO POR ERROR
El pasado viernes, en dos vuelos distintos, llegaron a la ciudad de San Pedro Sula, 210 hondureños deportados de Estados Unidos, entre ellos venía Enrique Mejía Ordóñez, a quien las autoridades hondureñas lo estaban esperando porque supuestamente tenía una orden de captura.
“Me llevaron a una oficina, yo no sabía por qué, me dijeron que era un delincuente y tienes que probar tu inocencia”, dijo Mejía, quien se comunicó con LA TRIBUNA para aclarar que él no era la persona que los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) buscaban.
Según Mejía, solo fue una coincidencia con su nombre y apellido, por lo que después de aclarar el mal entendido con las autoridades, llegó a su destino final, al departamento de Olancho.