Mayra Oyuela: una de las voces poéticas más importantes de su generación

Gustavo Campos.
En octubre del 2016 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio de su editorial Ediciones de Punto de Partida, publicó la antología “Transfronterizas/ 38 poetas latinoamericanas”, compilada por la editora Carmina Estrada. La revista Punto de Partida lleva dedicándose más de una década a la difusión de las nuevas producciones de las generaciones actuales (menores de 40 años).
En el prefacio a “Transfronterizas”, la antóloga acota que son “varias las muestras antológicas de poesía y narrativa que han elaborado: de Alemania, Argentina, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Italia, Puerto Rico y República Dominicana; y de distintos estados de la República Mexicana”. Todo un trabajo académico con propósitos muy bien definidos.
La presente antología que reúne a 38 autoras latinoamericanas fue presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2016, una de las 40 actividades que ofreció la UNAM entre presentaciones de libros, encuentros y novedades literarias.
La Máxima Casa de Estudios permitió que los asistentes conocieran la oferta editorial de la universidad con la venta de 2 mil 500 títulos, 750 de ellos novedades editoriales de distintas temáticas. Estas actividades fueron organizadas por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM. Algo de lo que deberían tomar nota las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) cuya oferta editorial no sobrepasa los 10 títulos al año. Lo cual nos indica que sigue siendo vigente la opinión del escritor argentino César Aira sobre que Honduras es “un país que no daba -ni da- mayores oportunidades al cultivo del intelecto”, pese a la reforma universitaria y su “nueva faceta académica”.
Son 11 las poetas centroamericanas incluidas en la antología. Entre ellas la costarricense Paola Valverde, la nicaragüense Alejandra Sequeira, la salvadoreña Elena Salamanca, la panameña Mar Alzamora, la guatemalteca Carmen Lucía Alvarado y la hondureña Mayra Oyuela (1982), todas nacidas entre 1980 y 1993.
¿En qué contribuye la publicación de esta antología? En varios aspectos. Uno de ellos, según los editores, es que no se trata de un libro “feminista” en el sentido convencional. Es una compilación que sirve como puente poético que borra el espacio fronterizo de toda una región hispanohablante donde convergen solidaridades y nuevos espacios de identidades multiculturales. Su impacto es importante porque suprime condiciones negativas de los mercados editoriales como la marginalidad en la que viven sumisos muchos de los países con índices bajos de lectura e ingresos per cápita irrisorios. Lo que la compiladora ha llamado “Transfronterizas” no es sino una dinámica que crea nuevos flujos de discursos poéticos y permite difundir lo que se escribe actualmente en América Latina. Todo ello corresponde a una especie de comunicación transfronteriza. Es una “publicación de un conjunto heterogéneo de voces que habitan una historia compartida y transitan el territorio de la lengua castellana”. Según Michel Serres, en estos tiempos donde la información y el saber fluye no puede hablarse nuevamente de fronteras, puesto que el antiguo principio se rompe y en este nuevo mundo se está dentro y fuera simultáneamente. Así que damos por acertadísimo el título de la antología. También cabe agregar que Ricardo Piglia, en “Crítica y Ficción”, propone a los escritores como estrategas en la lucha por la renovación literaria, en las que incluye algunas condiciones constantes como las ideológicas, teóricas, políticas y culturales; la misma Carmina Estrada hace mención de ello en el prefacio al libro al “reivindicar las preferencias o su gusto personal pero consciente de un factor tangencial determinante a la hora del proceso de selección”.
En el caso particular de Honduras, los poemas compilados de la poeta Mayra Oyuela -única hondureña incluida- la reafirman como una de las voces más importantes de su generación, no solo del país sino a nivel hispanohablante. Ya en 2011 había sido incluida en la antología del Fondo de Cultura Económica de México “Puertas abiertas”. No en vano el poeta y novelista publicado por Tusquets, León Leiva Gallardo, hizo un breve y muy acucioso comentario de uno de los poemas incluidos en la antología “Transfronterizas”: “es un excelente poema, intrigante, lleno de implicaciones no muy fáciles. Me impresiona el final que propone una nueva noción del «creacionismo» y lo dispone como es, de hecho. La mujer es la creadora, no la que nace de una costilla partida del hombre. El hombre, en este versado paraíso, nace de una partícula imperfecta que surge de su polvo. Se me hace que en un momento de misandria la poeta pensó que la partícula debía ser «imperfecta», curiosamente, lo que siempre se ha pensado de la mujer, según la cultura judeo-cristiana.
Vi a una mujer emerger de la piedra
vi a la piedra emerger de la mujer
vi su furia de tierra
su fuga de arena
su derrame de viento nostálgico.
Vi la distancia entre ambas
el abismo de los siglos
la mueca torcida en el golpe seco
de los confines.
Vi la tribulación,
lo cíclico de un mundo brotado de la tierra.
Pero la piedra que brota de una mujer
sabe vencer las masas de tiempo que la acongojan,
sabe lijar la fe del agua que labra la hendidura.
Para que sangre la piedra
primero debe sangrar la mujer
para que sangre la mujer
primero debe comer de la tierra
su partícula más imperfecta
y así parir hombres húmedos
que surjan de su polvo.