Presos de la ansiedad

José Víctor Agüero Aguilar
Una persona presa de la angustia y la ansiedad se torna improductiva, sus relaciones interpersonales se vuelven inestables, evade tomar decisiones, por regla general culpa a otros de sus desdichas y sufre severos cuadros depresivos, de aflicción y tristeza.
Esta es la realidad en que viven infinidad de personas aquí sale sobrando la posición económica, social, intelectual y hasta física, se trata de un drama personal que destruye, paraliza, distancia siendo un común denominador la soledad y la insatisfacción de vida, la paz interna del ser humano se pierde y afloran pensamientos fatalistas y de fracaso.
Una persona que vive en estas circunstancias indudablemente sufre y hace sufrir a las personas más cercanas, llámese su cónyuge, hijos, padre y amistades quienes ven con desconcierto muchos comportamientos irracionales que adoptan, por ejemplo, su estado emocional es fluctuante hoy piensa una cosa mañana otra, no es firme en sus decisiones y depende mucho de la opinión ajena.
La productividad en el área laboral se torna nula, tiene serias dificultades para concentrarse, hasta las tareas más insignificantes se vuelven una tortura, se sienta en su escritorio y su mente empieza a divagar, piensa en situaciones que le agobian puede ser problemas con su pareja, hijos, vecinos, parientes, se trata de situaciones no resueltas que le roban la paz.
El individuo puede estar rodeado de varias personas pero sentirse solo, nada le satisface, su angustia es tal que no cabe en ningún lugar, prevalecen sentimientos destructivos y otros prefieren aislarse de su realidad, caen en cuadros de aflicción y tristeza que desencadenan en episodios depresivos.
De no buscar las soluciones oportunas la situación se puede agravar y terminar en tragedia; algunos lectores pensarán que las personas que adolecen de este complejo cuadro emocional proviene de los extractos más pobres de la sociedad, pero no es así, usted los encuentra en prominentes actores de cine, empresarios, deportistas, ejecutivos quienes terminan por quitarse la vida.
Si de algo hay que estar claro es que la paz interna no se encuentra en la fama, en una posición económica ni en el prestigio profesional, va más allá, está en cultivar una relación personal con el hijo de Dios; solo en Él los individuos tendrán cubiertas sus necesidades más importantes de vida, sean estas afectivas, espirituales, emocionales y económicas.
Cuando un individuo ve pasar los años surgen en su fuero interno múltiples interrogantes, ¿qué he hecho con mi vida?; ¿por qué otras personas han progresado más que uno?; ¿tanto esfuerzo invertido en la vida y para nada?, estas y otras preguntas en más de alguna oportunidad las personas se las han planteado.
No debemos olvidar que en la vida siempre habrá personas mejor preparadas en el plano profesional, intelectual, económico y social, esto es una realidad innegable pero no debe ser motivo de frustración, al contrario se debe adoptar una actitud de agradecimiento por lo que Dios le ha provisto.
Es a lo interno de los individuos donde se libran las batallas más complejas, por ello es urgente depositar en un ser supremo llamado Dios todas sus angustian, quizás usted lo ha intentado por diversas vías con resultados negativos, todas las personas cargan con un sinnúmero de conflictos y luchas que lo desgastan, paralizan y le han hecho perder la esperanza por encontrarle sentido a la vida.
La única opción que hay es rendirse a Cristo Jesús, arrepentirse de sus pecados y nacer de nuevo, buscar otras fuentes es hundirse en la desesperanza, angustia y la aflicción, recuerde que Dios tiene cuidado de su vida, aunque muchas veces no comprendamos por el valle de sombra en que todos hemos transitado en más de alguna oportunidad.