Derroche de fe en Miércoles de Ceniza

Cientos de feligreses se congregaron este miércoles en la Catedral Metropolitana, en Tegucigalpa, para festejar el “Miércoles de Ceniza”, entre ellos, don Alejandro Escoto, quien se quitó su sombrero blanco, con devoción, para recibir la imposición de cenizas en su frente.
El acto litúrgico representa el inicio de cuarenta días de ayuno para los fieles católicos, a 39 días para la celebración de Semana Santa, en la que recuerdan la pasión y muerte de Jesucristo.
¿Qué significa para usted el Miércoles de Ceniza?, se le consultó a don Alejandro, quien respondió: “Que estemos todos con el Señor, para alcanzar la paz que tanto queremos y necesitamos en nuestro país; precisamos pedirle al Señor que no haya más muertos”.
El feligrés llegó desde Comayagüela para escuchar el mensaje bíblico en la Catedral, porque considera que la iglesia es un lugar donde las familias aprenden a estar unidas y encontrar paz y amor.
Agregó que cada domingo asiste a misa, porque su madre le inculcó desde pequeño “el camino” a Dios, para demostrar amor hacia el prójimo.
Otro feligrés que acudió a la Catedral fue Dennis Espinal, quien dijo que todos los años sale con anticipación, antes de llegar a su trabajo, porque el Miércoles de Ceniza es un tiempo para comenzar hacer una reflexión y darle gracias a Dios, para luego celebrar en familia los días de la Semana Mayor.
EL HOMBRE ES POLVO

Durante la misa, el párroco Luis Enrique Gutiérrez dijo que “de nada sirve el Miércoles de Ceniza, si al final viviremos en el pecado”.

Las autoridades eclesiásticas iniciaron la fiesta religiosa con una eucaristía de ayuno, ofrenda que se hizo en todas las parroquias del país, para preparar el corazón y reflexionar en el amor de Dios, en el tiempo previo a la Semana Mayor.
El párroco de la Catedral, Luis Enrique Gutiérrez, explicó que la Cuaresma “son cuarenta días que se convierten en un retiro espiritual y un itinerario donde debemos poner nuestra mirada en la resurrección, de nada serviría hoy ponernos la ceniza, si no vamos a resucitar, de nada sirve el Miércoles de Ceniza, si al final viviremos en el pecado”.
Agregó que la palabra “humanus” se deriva del latín “humus”, que significa tierra, es un recordatorio de que el hombre es polvo y en polvo se convierte.
“Debemos buscar un acercamiento más profundo con el Señor, cada día, para entrar en un proceso de conversión y cambiar”, dijo el sacerdote.
Posteriormente el sacerdote realizó la imposición de cenizas, trazándoles una cruz en la frente a los cientos de devotos que se aglomeraron en el templo católico.
DATOS
Los pequeñines también recibieron la señal de la cruz durante la ceremonia religiosa.

La tradicional ceniza que usan las iglesias católicas para plasmar la señal de la cruz en la frente de los devotos, el Miércoles de Ceniza, se prepara con la quema de los ramos de olivo que se usan en la celebración del Domingo de Ramos del año anterior, y representa humildad.
OPINIONES
“Podemos cambiar el mundo”
Lucía Montoya (devota): “La Cuaresma es un tiempo para estar con el corazón abierto, para dar un mensaje a quienes no se reúnen en la iglesia, que se puede cambiar el mundo con amor y servicio a Dios y los demás porque Honduras necesita reconciliación de sus habitantes”.
“Hay que volver al Señor”
Dennis Espinal (feligrés): “Hay que acercarse a la iglesia hay que volver a la casa del Señor, uno se fortalece cuando viene a misa cuando escucha el mensaje del sacerdote y es algo que debemos hacer a diario, yo vengo a misa siempre”.