Un homenaje bien merecido

Por Noé Pineda Portillo
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No todos los homenajes son bien merecidos, pues muchos de ellos se hacen por adulación, pero hay otros que sí son bien merecidos, sobre todo cuando la persona a quien le dan ese homenaje es por méritos propios ganados a través del tiempo.
Tal es el homenaje ofrecido al embajador Rafael Leiva Vivas condecorado con la “Orden José Cecilio del Valle”, en el grado de “Gran Cruz Placa de Plata”. La Orden José Cecilio del Valle es una condecoración que entrega el gobierno de la República de Honduras y que fue creada el 3 de octubre de 1957. El nombre lo lleva en honor al primer prócer de la independencia centroamericana. Dicha orden civil fue regulada el 14 de noviembre de 1978, en cumplimiento del Decreto 121 del 2 de febrero de 1971, del Congreso Nacional de la República.
El decreto establece que la “Orden Civil José Cecilio del Valle” se concederá a nacionales y extranjeros, mediante Resolución del Consejo de la Orden y por Acuerdo emitido por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Tiene por objeto significar el reconocimiento de la patria a aquellos hondureños que la hubieren enaltecido y a los extranjeros cuyas actuaciones hubieren estado encaminadas a promover la paz y la solidaridad internacional y a los que hubieren prestado servicios distinguidos a la república. La orden comprende los siguientes grados: Gran Collar, Gran Cruz Placa de Oro, Gran Cruz Placa de Plata, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero.
El homenajeado Rafael Leiva Vivas, ha sido un brillante embajador, pues ha desempeñado misiones diplomáticas de gran prestigio como Chile, Francia, Costa Rica, República Dominicana y otras. Es el fundador de la Academia Diplomática adscrita a la Cancillería de la República, con grandes ideas para hacerla brillar y a pesar de los limitados recursos, supo barajar suertes y desarrolló buenos programas como la capacitación del personal de la Cancillería, la edición de la Revista Política Exterior, conferencias de interés internacional actual, cursos relacionados y homenajes cívicos y culturales. Ha querido llevarla al plano de academia a nivel universitario con la ayuda de alguna universidad estatal, y ha estado a punto de lograrlo, pero las mismas limitaciones de recursos se lo han impedido.
Con más de 50 años de carrera diplomática, Leiva Vivas ha sido un prolífico escritor, autor de varios libros con comentarios muy acertados y como cosa del destino es condecorado con la “Orden José Cecilio del Valle”, de quien ha escrito mucho, siendo declarado 100 por 100 “vallista” como admirador del personaje cholutecano.
Nos satisface sobremanera, esta condecoración a nuestro compañero de aulas escolares en la escuela “Marcos García”, de la ciudad de Santa Bárbara. Todo esto nos lleva al orgullo regional “patepluma”.
Felicitaciones sinceras al embajador Rafael Leiva Vivas por este gran homenaje, haciéndolo extensivo a toda su familia, especialmente a su esposa Lesbinda y sus hijos. Felicitamos a los patrocinadores de este merecido homenaje porque “Honor a quien honor merece”.