Cachiros también afirman haber pagado sobornos por el zoológico

Óscar Álvarez, exministro hondureño de Seguridad, mencionado por un capo de la droga en una corte de Nueva York, afirmó ayer jueves que siempre luchó contra el narcotráfico con el apoyo del expresidente Porfirio Lobo, quien nunca le ordenó «parar una investigación».
«Usted proceda», le dijo el entonces presidente Lobo, según Álvarez. Y con ese respaldo él viajó a Colombia a lograr el apoyo de Bogotá en la lucha contra el tráfico de drogas, lo cual más tarde permitió la estructuración del «Plan Honduras», contó el exministro en una entrevista con la AFP.
Álvarez fue mencionado en un largo testimonio que rindió el lunes, ante un tribunal de Nueva York, el exjefe del cartel Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, en el juicio de Fabio Lobo, hijo del expresidente Lobo (2010-2014), acusado en Estados Unidos de conspiración para enviar cocaína a ese país.
En su testimonio, el capo acusó al expresidente Lobo, a su hijo, a su jefe de inteligencia y actual ministro de Seguridad, Julián Pacheco, a diputados y a un alcalde de recibir cientos de miles de dólares en sobornos del cartel para facilitar el transporte de cocaína de Colombia y Venezuela hacia Estados Unidos.
Tanto Porfirio Lobo como Pacheco niegan tajantemente las acusaciones.
Rivera también declaró que Lobo se había comprometido a detener las investigaciones de Álvarez contra el narcotráfico, pero el exministro lo negó.

Fabio Lobo.

Lobo «me nombró como ministro de Seguridad para que yo actuara, dentro de la ley, en contra de estas organizaciones criminales», aseveró. «Nunca recibí una orden del presidente de parar una investigación».
Álvarez, actual diputado oficialista y ministro de Seguridad en dos ocasiones (2002-2005 y 2010-2011), explicó que el «Plan Honduras», apoyado por el presidente Lobo, consistía en la aprobación de leyes de extradición y combate del lavado de activos, así como la confiscación de propiedades, que permitieron dar a los capos «adonde más les duele».
Rivera testificó ante la corte que en 2009, en su primera reunión con el recién elegido presidente, su «hermano (Javier Rivera) comenzó a hablarle a Lobo para que le ayudara con el señor Óscar Álvarez, porque este señor lo estaba mencionando varias veces por los medios televisivos» como narcotraficante.
«CERRARLES LOS ESPACIOS A NARCOS»
En esa época, el narcotráfico se había convertido en «enemigo número uno», por ello el gobierno de Lobo definió una planificación estratégica, dijo Álvarez.
El Plan de Acción se hizo con Colombia en enero del 2010, que consistió en enviar efectivos colombianos a Honduras y efectivos hondureños a Colombia para capacitarlos y establecer una conexión directa con la agencia estadounidense contra las drogas (DEA).
Álvarez detalló que lo primero que definieron fue identificar a los capos, luego «mapear» sus propiedades, las rutas, destruirles aeropistas clandestinas y después lograr la aprobación de leyes, como la de extradiciones y la de incautación de bienes, para «cerrarles todos los espacios y que el Estado pudiera recuperar los espacios» que habían tomado.
El exministro indicó que gracias a esas leyes empezaron los procesos de incautaciones de propiedades y las extradiciones hacia Estados Unidos.
Fabio Lobo le aseguró a “Los Cachiros” que iban a incautar Joya Grande, propiedades y cuentas bancarias.

Rivera declaró ante la corte, que en 2013 él estaba preocupado con la posibilidad de que el gobierno hondureño le incautara bienes y dijo que, en una ocasión, el diputado Óscar Nájera acordó hablar con el presidente Lobo para «que lo ayudara a recuperar las cosas que iban a incautar».
Aseguró que Fabio Lobo le prometió que hablaría con su primo, Humberto Palacios Moya, entonces director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), fallecido el 29 de enero del 2016.
Tras reunirse con Palacios Moya en su casa, Fabio Lobo dijo que, «sí era cierto que iban a incautar el zoológico» Joya Grande y otras propiedades y cuentas bancarias, contó el capo a la corte. El zoológico pertenecía a Los Cachiros, y era una de las empresas que utilizaban para lavar dinero, según la OABI.
Rivera aseguró haber pagado a Palacios
Moya, a Óscar Nájera y a Fabio Lobo de 50,000 a 70,000 dólares para evitar las incautaciones y les permitió retirar del zoológico papeles, computadoras, dinero y varios animales. (AFP)