¿Cómo funcionan las pastillas anticonceptivas?

Antes de decidir usar un método anticonceptivo, es necesario consultar a un médico especialista, obvio. Pero aquí les brindamos un poco de información, porque el conocimiento es poder.
Mientras que los métodos anticonceptivos masculinos siguen siendo limitados (el condón y la vasectomía), para las mujeres existen opciones que pueden ser reversibles, como las pastillas, los implantes, los inyectables, o definitivos, como la esterilización femenina. Si bien esto puede parecernos injusto (aunque en el futuro la ciencia nos promete anticonceptivos masculinos), por lo pronto el poder de decisión está en nosotras.
Las pastillas anticonceptivas son uno de los métodos más conocidos y usados. Se trata de píldoras que contienen pequeñas cantidades de hormonas femeninas, similares a las que ya produce el cuerpo de la mujer.
Las más usadas son las que combinan dos hormonas, estrógenos y progestina, pero también existen aquellas que solo contienen progestina (estos son más útiles para el periodo de lactancia).
Lo que hacen estas pastillas es impedir que una mujer ovule. ¿Qué significa eso? Que un óvulo salga del ovario para desplazarse por las trompas de Falopio hasta el útero, donde en un ciclo menstrual regular espera a ser fecundado por un espermatozoide. (Cuando no pasa, entonces se desecha junto con la sangre y los tejidos adicionales que los estrógenos prepararon para que el óvulo se adhiriera en caso de ser fecundado –la menstruación, que le llaman.)
Entonces, si no hay óvulo que fecundar, no hay embarazo porque los espermatozoides no tienen a quien fertilizar. Las pastillas también hacen más gruesa la mucosidad que rodea el cuello del útero, así hacen más difícil que el esperma ingrese.
Este método es fácil porque se trata únicamente de tomar una pastilla diariamente; no obstante, ser disciplinada y mantener el hábito de tomarla siempre a la misma hora suele ser la causa de falla en el uso. Pero checa este darto: si se toma sistemática y correctamente, su porcentaje de efectividad es superior al 99 por ciento.
Como beneficio aparte de la prevención de embarazos, se ha comprobado que reducen el cáncer de ovarios y del endometrio, regulan los ciclos menstruales y disminuyen la cantidad y la duración del sangrado.
Un poco de información nunca le hizo daño a nadie.