El temor a la infidelidad de alguna manera siempre está presente en una relación, sin embargo algunos llevan su temor a actos verdaderamente irracionales que rayan directamente en el maltrato físico y mental hacia la otra persona.
Tal ha sido el caso de un campesino que vive con su esposa en la ciudad de Veracruz en México, el cual diseñó un rudimentario cinturón de castidad para su esposa, haciendo que esta usara un candado de tamaño mediano en la pretina de su pantalón cada vez que el salía de casa para trabajar o divertirse.
El hecho por supuesto no habría trascendido nunca si la pobre esposa no hubiera llamado a las autoridades ante el desespero recurrente de verse impedida para ir al baño debido a que el candado impedía que esta pudiera quitarse de alguna manera su pantalón para hacer sus necesidades.
Al llegar la policía a la vivienda donde ambos esposos convivían consiguieron a la mujer en un alarmante estado de desesperación, por lo que se hicieron esfuerzos para rastrear al marido agresor hasta su lugar de trabajo.
De donde consiguieron la llave para poder liberar a la joven de su martirio. Una vez hecho esto el marido fue apresado de forma preventiva y se conoció de antemano el testimonio de que la mujer de 25 años de edad lleva casada desde que tenía 13 sumando ya doce años sometida a llevar ese torturador candado.
Pese a todo esto la mujer finalmente no presentó cargos contra su marido el cual lamentablemente terminó saliendo ileso de todo el asunto, sin mayor castigo que el haber tenido que pagar una multa bajo condición de fianza por la detención.
Lamentablemente la violencia doméstica sigue siendo en la actualidad un asunto recurrente que trasciende incluso términos llegando a ser como en estos casos una forma de esclavitud a lo que la ley y la sociedad terminan haciendo caso omiso.
Y es precisamente esta actitud ante esta barbarie lo que termina haciendo posible que esta clase de plaga se extienda y permanezca en una época en la que ya debería haber sido erradicada.