Frutas y hortalizas bajo la amenaza de los incendios

Los productores de frutas o legumbres en los alrededores del departamento de Francisco Morazán o aledaños a la capital hondureña verán afectados sus cultivos, por los incendios que mermarán la cantidad de agua, alertó este sábado la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).

Datos del Instituto de Conservación Forestal (ICF) ubican a este departamento entre los más afectados por los incendios, como el que acabó con más de 400 hectáreas boscosas en las faldas del cerro El Hatillo, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Tigra.

En tal sentido, el titular de la SAG, Jacobo Paz, recordó que en las cercanías a La Tigra “tenemos un grupo de productores de fresas y de hortalizas que pueden ser afectados por la falta de agua. Definitivamente sí es preocupante”.

“Tenemos que estar cerca de ellos para apoyarlos de la manera más efectiva posible”, manifestó. Al tiempo de lamentar que las quemas reduzcan todavía más las fuentes de agua para consumo humano.

La Tigra vive presionada por el aumento poblacional, por el gorgojo descortezador y los incendios que en verano amenazan la existencia de este pulmón y fuente de agua que tienen los más de 1.5 millones de habitantes de la capital y sus alrededores.

Según las autoridades del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), los afluentes de La Tigra proveen aproximadamente el 20 por ciento de agua a Tegucigalpa, pero al reducirse el bosque también bajará la cantidad de líquido que produzca esta reserva natural.

Hasta ahora, organismos especializados reportan un incremento en la incidencia de incendios, que en su mayoría, se producen en terrenos privados, el año anterior el país perdió alrededor de 54 mil hectáreas de bosque que fueron presas de las llamas.

Pronósticos preliminares indican que este año podría regresar el fenómeno de la Oscilación del Sur o más conocido como “El Niño”, variabilidad climática que consiste en la prolongación del tiempo de verano.

Ante este panorama, los expertos se muestran desconcertados porque hasta ahora no hay registros que el fenómeno regrese en un corto tiempo, tomando en consideración que afectó a Centroamérica entre el 2013 al 2015. (JB)