SAN PEDRO SULA. Los entrenadores del Real España y Marathón, Ramón Maradiaga y Manuel Keosseián, respectivamente, jugaron su propio partido el pasado sábado, con motivo del clásico sampedrano, que al final terminó empatado 1-1.
En ningún momento se sentaron, no dejaron de gritar y de dar indicaciones, por lo que significa esta clase de juegos que nadie quiere perderlos. Se movían para todos lados, se salían del área técnica, pero inmediatamente tenían al árbitro asistente indicándoles que tenían que hacerse para atrás.
Por momentos, ambos se mostraban molestos con sus jugadores, porque de repente no obedecían las indicaciones técnicas. Lamentaban las fallas que tenían y celebraron a lo grande los goles.
Cuando terminó el primer tiempo, se notaba en sus rostros la poca satisfacción por lo hecho por sus equipos y sin duda que las charlas en el intermedio estuvieron fuertes.
En el segundo tiempo, comenzaron a hacer sus cambios con la idea de vencer al rival. Hacía un cambio uno y lo hacía el otro, en dos ocasiones los cambios fueron al mismo tiempo para los dos equipos, lo que demostraba que nadie quería ceder terreno.
Al final del partido, ambos se mostraron un tanto satisfechos, aunque un poco más molesto Ramón Maradiaga, porque al final tuvo la oportunidad de ganar en un par de jugadas, además de desaprovechar un lanzamiento de penalti.
