¿Qué fue de la vida del adorable niño de Un papá genial?

Cuando hay un niño tierno en una película, resulta muy difícil prestarle atención al resto del elenco, por más brillantes que sean sus actuaciones.

De Un papá genial, aunque el que encarnó al padre en cuestión haya sido un comediante de pura cepa como Adam Sandler, seguramente la mayoría recordará al pequeño Julian y sus mil y una travesuras (la escena de padre e hijo haciendo pis en una puerta se convirtió en el póster más conocido del film).

El personaje, un incordio rubio y adorable, fue en verdad interpretado por gemelos, una costumbre muy típica en la industria del cine porque la ley no permite que los niños trabajen la cantidad de horas que exige el rodaje de cada escena. Ellos son Cole y Dylan Sprouse, o como fueron conocidos más tarde, The Sprouse Brothers, que tras ese despegue cinematográfico se convirtieron en chicos Disney como protagonistas de la serie infanto-juvenil The suite life of Zack and Cody.

Si bien crearon juntos la firma de ropa Sprouse Bros. y siguieron trabajando como actores hasta el presente, fue Cole el que tuvo mayor exposición mediática. Para empezar, pasará a la historia como Ben Geller, el hijo de Ross en Friends.

Pero tras la sucesión de éxitos teen, la vida los fue orientando en distintos caminos artísticos: Dylan se dedicó a las artes plásticas y Cole a la fotografía. En el medio, a Cole le llegó una propuesta irresistible: ponerle el cuerpo a uno de los personajes más queridos de los cómics de Archie en Riverdale, la serie que se basa en el mundo de esta historieta para crear una ficción adolescente que está causando furor en la televisión internacional. Será Jughead (en América latina conocido como Torombolo).

Riverdale se estrenó en los Estados Unidos en enero de este año y tras arrasar con la audiencia millennial -y no tanto también-, llega a América latina el próximo miércoles 26 en Warner. Del cómic original conserva los personajes y el entorno: cuenta la historia de Archie y sus amigos en la bonita ciudad de Riverdale. Pero lejos de la comedia romántica que se leía revista a revista en los 60 y 70 (décadas en las que fue un hit en América latina, aunque se había lanzado en los 40), en esta versión para seriéfilos hay suspenso, misterio y un crimen. Mientras Archie se debate entre dos amores, el de su mejor amiga Betty, y el de la «chica nueva» Verónica, Jason Blossom, su rival en popularidad en la escuela secundaria, aparecen muerto en circunstancias oscuras.

En ese contexto, el papel de Cole Sprouse resultará clave: el joven Jughead, se propone escribir un libro sobre el caso, y buscará la verdad como un investigador paralelo. Aunque es muy amigo de Archie, se mantiene al margen de la superficialidad de la escuela, los bailes y las chicas. Su interés se concentra en desentrañar el crimen que deja pasmada a toda la ciudad.

 

LA NACION tuvo ocasión de dialogar con Cole durante la visita que el elenco de Riverdale hizo a México para promocionar la ficción, visita que se convirtió muy rápidamente en algo así como un viaje de egresados: los seis actores principales se hospedaron en el lujoso Four Seasons del D.F., probaron comida típica, fueron a ver lucha libre y salieron de bares como unos turistas más.

-Pasaste de ser el nene tierno de todas las ficciones a encarnar un personaje mucho más oscuro. ¿Cómo fue esa transformación?

-En los primeros episodios todavía estaba tratando de desentrañar qué tenía que traer yo a la serie y qué tendría que dejar atrás. Es un formato completamente diferente, y un proceso de rodaje diferente. Es un personaje mucho más profundo y emocional. Disney tiene su estilo de actuación, tenes que captar la atención de los niños y eso hace que los personajes sean más extrovertidos. Este trabajo es más sutil. Esa delicadeza me exige como actor mucha empatía y sensibilidad, y creo que es muy halagador que haya gente que piense en mí para esto. Creo que aprecian este personaje.

-Desde hace un tiempo te dedicas a la fotografía, trabajo que se puede disfrutar siguiendo tus redes sociales. ¿Lo tomas como un camino hacia la dirección?

-Creo que hay una inevitable conclusión en la que se encuentran los dos mundos. Tengo mucho que aprender. Creo que no hay que saltar directamente a la dirección. Tengo que ver cómo lo hacen todos los otros antes de tomar las riendas de un proceso así, aunque hice algunas cosas. Por ahora estoy aprendiendo las otras partes del proceso. Pero un día lo haré.

-¿Qué expectativas tenes de tu personaje para la próxima temporada?

-Después del último programa todo se pondrá más oscuro.

-¿Qué recordas de tus escenas con Jennifer Aniston en Friends? Una vez dijiste que te enamoraste de ella…

– [Risas] Me sonrojaba mucho, es gracioso que la gente se divierta con esto. Era una mujer hermosa, poderosa, que se sentaba enfrente mío yo estaba obsesionado con ella, y no me podía concentrar para trabajar. Tuve que hacer todo un proceso… porque era un niño y cuando actúas y sos niño la línea entre la realidad y la actuación es débil, tenía siete años, no entendía bien la diferencia, era difícil separarme de esa persona que estaba en la pantalla.