Y usted usa su biblia como libro de adivinación?

Y usted usa su biblia como libro de adivinación? Filomena pico de liendre, agarró una Biblia y delante de todos sus familiares y amigos dijo: “Vamos a ver que me dice Chuta… a ver, a ver”. Acto seguido abrió la Biblia al azar, leyó lo que decía y cerrándola de nuevo manifestó: Como que Chuta no me quiere contestar… vamos a ver… De nuevo abrió las Sagradas Escrituras como si fuera una lotería de adivinación, no le gustó lo que leyó y dijo: “La tercera es la vencida, ponete avión Chuta”. De nuevo la misma operación hasta que leyó algo que le agradó y terminó diciendo: “Chuta no me falla”.
No es la primera vez que veo personas “adivinando” con la Biblia, tampoco ese trato vulgar y oprobioso que le dan a Jesucristo llamándole “Chuta”, como sacando pecho porque se la llevan bien con él, como de la barriada.

A propósito de la Biblia le apuesto que no sabía lo que le voy a decir: Los libros de la Biblia son 73. En el Antiguo Testamento 46 y en el Nuevo Testamento 27. La iglesia evangélica o protestante solo acepta 65, pues no aceptan a Tobías, Ester, Macabeos, Sabiduría y Eclesiástico como la Iglesia Católica. Esto no quiere decir que no se pueda leer, no tiene nada malo, fue culpa de don Martín. Las Sagradas Escrituras comenzaron a escribirse 1,300 años antes de Cristo, en los tiempos de Moisés y se terminó de escribir cuando murió el apóstol Juan que escribió el Apocalipsis, esto sucedió cien años después de Cristo.

Pero muchos se preguntan: Quién escribió la Biblia. Déjenme decirles que en la escritura participaron profetas, sabios y apóstoles durante catorce siglos, más todos fueron dirigidos e inspirados por Dios para que no cometieran ningún error espiritual. Me imagino que si usted va a la iglesia y no sabe estos datos está más frito que un pescado del Lago.

Los redactores más famosos de la Biblia fueron Daniel, Ezequiel, Jeremías, David y Moisés. Los cuatro evangelios fueron Mateo, Marcos, Lucas, Juan y el apóstol Pablo. Ya les va cayendo el veinte verdad? Andan chineando la Biblia y no saben su origen, ni les interesa, pero ahora ya están aprendiendo. Cada libro de la Biblia se divide en capítulos, y cada capítulo en versículos, así se le hace fácil al lector buscar el versículo que le interesa. Eso sí, mantengan el respeto hacia el Hijo de Dios, no le llamen despectivamente Chuta. Aunque hay otros bárbaros que para sacar pecho como hombres de confianza de Cristo, le dicen “El Colocho”. Que el Señor los reprenda.

Oí a un blasfemo decir por la radio: “Y qué ganan esos que leen la Biblia, no es más que un pasquín, son como leyendas, así que para qué voy a leerlas? Aunque no me lo crean hay hombres y mujeres, no sé si por llamar la atención, dicen: “Yo no creo lo que está escrito en ese libro, ni me interesa”. La Biblia es para leerla, no para andarla cargando en horas en las que usted no va a la iglesia. El mayor problema para muchos, es no querer hacer ningún esfuerzo para estudiar y lograr entender la Biblia, y por eso no disfrutan de las bendiciones que Dios tiene a los que leen su palabra y la practican.

Hoy en día en todas las iglesias dan estudios bíblicos y por internet también, lo que pasa es que algunos todo lo quieren fácil. Otros es que se aprenden ciertos versículos para “andar bibliando gente”, como si tuvieran poder para salvar y maldecir al mismo tiempo. Hay pastores que no pasan de lo mismo, dicen un sermón, luego lo disfrazan y así están jugándosela, ya no se predica con el corazón sino que con “la siembra”. Oí a una pastora colombiana amenazando a sus seguidores: “El diezmo tienen que darlo a como dé lugar, sino maldiciones van a acarrear a sus hogares”.

Si usted tiene una Biblia espanta zancudos, o sea que la mantiene abierta en determinados salmos, eso no le da protección a su hogar, ni los ángeles están ahí, lo que conseguirá es que la Biblia se ponga amarilla y polvosa. Ah otra cosa, la Biblia no se agarra como quien toma cualquier libro, antes de comenzar a leerla tiene que orar pidiéndole entendimiento, razonamiento y comprensión de lo que va a leer, porque el que desea ser cristiano de verdad y no del diente al labio, tiene que alimentarse con el pan celestial, es la palabra de Dios, eso le hará crecer espiritualmente y cambiará su vida.

Si es que esos o esas que van a las iglesias a mandar mensajitos y a consultar el celular, más le valdría haberse quedado durmiendo en su casa, no está haciendo ningún esfuerzo para ser valientes y salir adelante en todos los problemas de la vida, la Biblia es eso, un manual de vida. La Biblia es la solución para todos los problemas, pero las soluciones están guardadas y no llegan a su mente. Sabe por qué?, porque no se toma el trabajo de leerlas. Acuérdese que “el innombrable es muy astuto y le mete pereza”: “Hay no tengo ganas de leer, tal vez mañana”, “es que no me queda tiempo”, “estoy muy cansado”. Así es como se pierde la fe. Solo me acuerdo del padre Juárez de Siguatepeque que me dijo: “La fe es como una carreta con dos bueyes, de un lado va hablando Dios y del otro vas vos, pero si no hacés un esfuerzo la carreta no camina. Lean la Biblia señores, dejen de consultar el esqueleto.