Hoy concluimos esta serie de artículos dedicados a recordar hechos, personajes, instituciones y eventos que marcaron la primera vez en la historia de la capital de Honduras.
En 1931 en el gobierno del Dr. Vicente Mejía Colindres se declaró como unidad monetaria del país el Lempira que sustituía al peso. La moneda se acuñó con las denominaciones de uno, cincuenta, veinte, diez, cinco, dos y un centavo, pero en febrero de 1932 el gobierno autorizó al Banco de Honduras fundado en 1889 para que emitiera papel moneda con billetes de un lempira (foto 1) y en el mes julio de ese año también le otorgó la emisión de billetes al Banco Atlántida que se había fundado en 1913 en la ciudad de La Ceiba (foto 2). Esos fueron los primeros papel moneda que circularon en el país.
En una propiedad de la familia Martínez parientes de doña Francisca Martínez madre del Dr. Marco Aurelio Soto, ubicada en el sector que se conocía en la vieja Tegucigalpa como Altos del Molino entre La Hoya y La Plazuela, se construyó en 1878 el primer centro penitenciario del país. El inmueble contaba con bartolinas, talleres para que los reclusos trabajaran, cocina, sala para visitas, patio central de recreo y otras facilidades de la época. La Penitenciaría Cent,ral (foto 3) no tenía torreones, se construyeron hasta a principios del siglo XX. El inmueble que guarda mucha historia está abandonando desde hace unos 25 años.
En 1905 comenzó a construirse el teatro Cervantes, en la esquina de La Isla, en la confluencia de los ríos Oro o Chiquito y el Grande o Choluteca. Aquella obra fue destruida por la riada del río Grande en octubre de 1906 y el lugar quedó descartado para un teatro para la capital. En el gobierno del general Manuel Bonilla se retomó el proyecto para construir un teatro Nacional encomendándole la obra a don Cristóbal Prats Fonellosa, concluida en 1915 cuando se inauguró en la administración del Dr. Alberto Membreño Márquez, un 15 de septiembre (foto 4).
Los primeros autobuses que rodaron por las calles tegucigalpenses en los años cuarenta para servicio de los pobladores, pertenecieron a la empresa de don Roberto Fasquelle y cubrían la ruta San Felipe -Vacilón. Años después a finales de los cuarenta el empresario nicaragüense de apellido Ramírez más conocido como “El Muco” se le concedió permiso para operar otros autobuses en la ruta Belén-Cantón. Rubén Laínez fue otro empresario del transporte que a principios de los años cincuenta mantenía la ruta Guanacaste-Villa Adela. Esos fueron los primeros autobuses en Tegucigalpa (foto 5).
La primera vía capitalina que fue revestida con una capa asfáltica en la capital hondureña a finales de los años cuarenta fue tratada por la empresa Esso Standard Oil, en un proyecto experimental para obtener concesiones futuras en el asfalto de carreteras. La arteria desde el puente del Guanacaste hasta el Hospital San Felipe una vez terminada la obra se le dio el nombre de avenida La Paz (foto 6).
El primer edificio destinado en Tegucigalpa para las instalaciones centrales de la telegrafía y la telefonía fue construido con piedra rosada de cantera en el Barrio Abajo de Tegucigalpa. la torre del telégrafo se comenzó a construir en el gobierno del general Terencio Sierra Romero en 1901, con tres plantas y en la parte superior una especie de cúpula, donde se instaló una sirena que alertaba a la población cuando habían incendios y su ulular se escuchaba a las 7:00 am. 12:00 m y 5:00 para indicar entradas y salidas de los trabajos. (Foto 7).
El primer canal de televisión en Honduras salió al aire en septiembre de 1959 con transmisiones en blanco y negro. Las familias Lardizábal, Brooks, Zelaya Smith, Sempé, la empresa estadounidense ABC se asociaron para fundar la “Compañía Televisora Hondureña, S.A” y operar el canal 5 en Tegucigalpa, con repetición en el canal 13 en San Pedro Sula. Su inauguración se efectuó con el desfile del 15 de septiembre de ese año, con narrativas del locutor y productor mexicano Mario Rincón. Canal 5, pionero de la TV en nuestro país, tiene 58 años de estar en el aire (foto 8).
El pasado domingo, 14, los hondureños conmemoramos el día consagrado a las madres, celebración que año con año dedicamos desde 1927 cuando se decretó la fecha para el ser que Augusto C. Coello en su canto definió que en la tierra no puede haber “una imagen más clara de Dios”. El primer monumento en homenaje a las madres se levantó en Tegucigalpa en el parque Herrera, obra escultórica del gran artista hondureño recientemente fallecido Mario Zamora Alcántara. La estatua en mármol fue patrocinada por las Damas Rotarias del Club de Tegucigalpa en 1949. (Foto 9).
Nuestro saludo a todas las madres hondureñas que disfrutan el regalo de la vida y a las que el Señor llamó a su reino celestial, nuestras oraciones para su descanso eterno. Hasta la próxima semana.
