La construcción de tres cárceles de máxima seguridad destinadas para los privados de libertad más peligrosos demuestra un gran avance en el sistema penitenciario nacional, pero aún no se consolida porque continúan las fugas de los reclusos, consideró el miembro de la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional, Omar Rivera.
De esta forma, señaló que contrasta la voluntad política del Presidente de la Republica, Juan Orlando Hernández, y el interés marcado del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad para generar gobernabilidad en los centros penitenciarios, porque existe una incapacidad de actores secundarios y operativos del país, que no dan el ancho en este reto importante de propiciar un eficiente desempeño en las cárceles y en los internamientos de menores.
Así, refirió que “yo lo que propongo al mandatario es que busque asistencia técnica internacional para que pueda complementar los esfuerzos que los hondureños vemos con muy buenos ojos. La construcción de estas cárceles denominas El Pozo I, II o La Tolva, en los departamentos de Santa Bárbara y El Paraíso “.
Según Rivera, si no existe un recurso humano capacitado no es posible intervenir este sector que está en crisis, que actualmente se encuentra en “dolores de parto”. Agregó que las recientes fugas de menores en conflicto con la ley es un claro ejemplo que es necesario depurar el sistema penitenciario.
Rivera puntualizó que el Presidente Hernández tiene la facultad de ejecutar acciones puntuales en busca de apoyo internacional y atender este problema mediante intervención del sector privado internacional y revertir el problema. (MEF)