La Ceiba irradia su imagen y encanto

LA CEIBA. Otra tarde de derroche y colorido, con la marca exclusiva de los ceibeños, se vivió ayer en horas de la tarde en la avenida San Isidro, con el desfile de carrozas y comparsas, y con el toque final que le pone el Gran Carnaval Internacional de la Amistad.

La Ceiba sigue enamorando al país con su encanto. La fiesta comenzó con el tradicional desfile hípico, donde los ganaderos exhibieron al mundo unos auténticos purasangre, además de unos encantadores ponis que fueron la atracción para los pequeños de la casa.

También se pudo disfrutar de una presentación de acróbatas motorizados y vehículos modificados.

La reina de la Feria Isidra lució majestuosa ante su gente.

Luego llegó el momento de los tambores garífunas y la potencia del bombo y la música de viento que derrochan las bandas marciales de diferentes institutos de educación media, no solamente de La Ceiba, sino de otros lugares del país.

Uno de los puntos más esperados de cada desfile anual es el disfraz que lucirá el prestigioso diseñador internacional Eduardo Zablah y en esta ocasión tampoco decepcionó, ya que lució un traje de caballero de la Edad Media y por donde pasaba, el público le recibía con aplausos como un tributo a todo lo que le ha dado a esta ciudad con su talento.

Al caer la noche, el colorido se cambia por música y éxtasis.

También arrancaron suspiros y aplausos las candidatas al Reinado Internacional del Trópico. Se pasearon por la principal avenida de la ciudad con trajes autóctonos de su país y luciendo sus dotes en el baile punta, algo que aprendieron en los pocos días que estuvieron en la “Novia de Honduras”.

Ni una fuerte lluvia que cayó por unos minutos sobre la ciudad hizo que la gente se moviera del desfile mientras buscaban la forma de conseguir collares y otros regalos que repartían las personas que andaban en las carrozas.

Capitalinas y sampedranas también hicieron vibrar a los ceibeños y sus huéspedes.

La cereza al pastel fue la presentación del merenguero Kinito Méndez. La Ceiba bailó al ritmo del Sua-Sua y La Cachamba. Año con año, la capital hospitalaria supera las expectativas que se despiertan sobre esta fiesta que atrae cada vez más medios de comunicación y miles de personas.

Nadie se resiste al sonido de los tambores en La Ceiba.