Las Reservas del Vida han llegado a salvar una temporada desastrosa para el club, ya que se coronaron campeones del torneo Clausura 2016-17 mientras que el equipo mayor estuvo coqueteando con el descenso. Y como título es título, la familia cocotera celebra dicha conquista.
Después de haber ganado el juego de ida en La Ceiba por la mínima diferencia, a los “coquitos” les bastaba no perder en el Francisco Morazán ante el Real España y fue justo lo que consiguieron: rescataron un empate a dos goles que le valió un campeonato.
LOS GOLES
A pesar de un inicio en el que Vida tuvo mejor la pelota, los aurinegros se fueron adueñando de las acciones y fue así como marcaron el primer gol tras un cabezazo de Darwin Arita, luego de un tiro libre de Álvaro Romero.
Las cosas cambiaron para la segunda mitad con el ingreso del espigado atacante ceibeño Isaac Moncada, quien en pocos minutos provocó un lanzamiento de penal tras ser derribado por Guevara. Del castigo se hizo cargo el seleccionado juvenil Luis Palma, quien lo cobró de forma perfecta para poner a soñar a los rojos con el título.
Y las cosas parecían complicarse cuando el Real España se quedó con uno menos tras la expulsión de Gerson Chávez, quien hizo una entrada con premeditación, alevosía y ventaja. El juez del partido no se tocó el alma para sacarlo del campo de juego.
Aún así, la “maquinita” no bajó los brazos y aprovechó una ofrenda de Chestyn Onofre, quien en un mal rechazo se la dejó servida a Arita, y este con la pierna zurda no falla y pone a ganar a los locales. Después de esa acción bien pudo marcar el tercero, ya que reventaron una en el poste y en el contrarremate no la pudieron enderezar a gol.
Y cuando mejor la pasaban los aurinegros se vino una jugada de contragolpe que terminó con un tanto de Juan Ramón Contreras, quien tenía pocos segundos en el terreno de las acciones. Con el 2-2 en el encuentro algunos jugadores del Real España comenzaron a bajar la intensidad por buscar rescatar el encuentro mientras los rojos alistaban su fiesta en el “Morazán”.
Por GEOVANNY HERNÁNDEZ
@geohernandez