Por Benjamín Santos
Por feliz coincidencia que el Tribunal Supremo Electoral convocó a elecciones el mismo día en que se celebró el día del periodista de manera que podemos vincular ambos acontecimientos destacando el papel de la prensa en el proceso electoral. Aparte de la publicidad que pagan los partidos y los candidatos interesados, hay que destacar la labor informativa, de orientación y de motivación de los medios para que las elecciones sean un acontecimiento de alcance nacional.
Las elecciones de noviembre serán singularmente importantes por varias razones. Por primera vez más de seis millones de ciudadanos están incorporados al censo electoral y sus votos serán solicitados por 10 partidos entre grandes y pequeños. Pero también por primera vez se presentará una alianza de partidos si prescindimos de la experiencia de UD y FAPER que formaron una alianza parcial en las elecciones pasadas. En esta ocasión la alianza también es parcial ya que PINU, Libre y algunos miembros de PAC llevarán un solo candidato y designados a nivel presidencial.
Como una novedad más se han formado alianzas o candidaturas independientes a nivel municipal. Hay que destacar el enorme trabajo que tendrán los pocos empleados del Tribunal Supremo Electoral para procesar esa enorme cantidad de información en todo el proceso en los tiempos marcados en el calendario electoral. Y finalmente el impacto presupuestario de ese enorme trabajo.
Lo importante sobre todas las cosas es que el proceso transcurra sin mayores incidentes y que los resultados respondan a la voluntad de los electores al momento de ejercer el sufragio. Todo depende de los candidatosy de quienes conduzcan la campaña en cada organización electoral.
Tres son las fuerzas que marcarán el paso en el proceso que se avecina. El Partido Nacional, mejor organizado y con más recursos, que lleva como candidato al actual Presidente que busca su reelección. Frente a esta alternativa está la alianza que trata de evitar la reelección en desventaja por varias razones y el Partido Liberal que va independiente con su propio candidato. Otra novedad es que dos de los candidatos a la Presidencia se lanzan por primera vez lo que ya lleva una desventaja sobre todo en la adecuación del mensaje a los fines electorales de su campaña. Esto se resuelve evitando la improvisación, especialmente en el manejo de situaciones conflictivas dentro y fuera del país.
Todavía no sabemos las propuestas de dos candidatos: Nasralla de la Alianza y Zelaya del Partido Liberal. En el caso del Partido Nacional la oferta es darle continuidad a la obra del actual gobierno. La propuesta programática es necesaria para que el elector no se deje llevar solamente por la simpatía personal y por la pertenencia a un partido determinado. Tiene además la utilidad de poder confrontar después lo que se ofreció en la campaña con las realizaciones del partido ya hecho gobierno.
El actor principal en un proceso electoral es el electorado. Sabemos que hay en el censo una gran cantidad de jóvenes que ejercerán el sufragio por primera vez. Notamos con satisfacción que en oposición a la indiferencia demostrada en eventos electorales anteriores, actualmente los jóvenes demuestran más interés por informarse sobre las opciones electorales con el interés de tomar una decisión consciente.
Es importante mantener y mejorar la credibilidad en la institucionalidad electoral. Hay candidatos y partidos que creen mejorar su imagen y avanzar hacia sus objetivos desprestigiando al Tribunal Electoral. No digo que oculte lo que funciona mal, pero hay que hacerlo con el ánimo de mejorar y no de destruir. Creo que los magistrados han manejado con ecuanimidad esos ataques y que han logrado salvar su imagen como para enfrentar con solvencia el actual proceso electoral. Que así sea.
Benjamín.santos601@gmail.com