Josué Orellana, presidente de las enfermeras y enfermeros auxiliares

Detrás de cada enfermero o enfermera auxiliar hay una historia, muchas veces, más triste que la de miles de pacientes que atienden a diario. Salvan vidas de manera silenciosa y su única recompensa son las gracias de los pacientes y familiares. Para conocer un poco más de este gremio fundado hace 45 años y tradicionalmente dirigido por mujeres, platicamos con su presidente, Josué Orellana, un joven dirigente que ha roto los paradigmas de género. Bajos salarios, discriminación y sobrecarga laboral es la constante en este sector clave del sistema sanitario del país, pero el más olvidado.

¿No le da pena dirigir una asociación tradicionalmente de mujeres?
No, por qué tendría que tener pena.

Se lo decía por machismo…
Yo también soy enfermero y con mucho orgullo.

¿Dónde estudió?
En San Pedro Sula en el año 1999. En el 2001 comencé a trabajar en el hospital de Santa Bárbara. Estuve cuatro años por contrato y en el 2004 me dieron mi permanencia.

¿Por qué decidió estudiar enfermería?
Porque mi papá era guardián de salud, es una figura que se usa en nuestros pueblos remotos donde no hay enfermeros auxiliares ni profesionales y mi papá era el enfermero de la aldea.

¿Usted andaba con él de arriba para abajo?
Sí y siempre le cargaba su bolsita de medicamento, gazas, mertiolate y alcohol. Eso fue despertando mi sensibilidad por los pacientes y la población en general.

¿Se arrepiente?
Nunca. Es una carrera noble por medio de la cual le he servido a los más necesitados

¿Me imagino que cuando estudiaba había más mujeres?
Éramos solo 4 hombres y 46 mujeres.

¿Se sentía un Alfonso Zayas en la escuela de mujeres?
Ja, ja, ja. Nos sentíamos los meros “powers” porque éramos los consentidos del grupo, yo apenas tenía 17 años.

¿Ha sido enfermero de algún doctor?
No. La verdad que después que terminé mi servicio social apenas descansé 15 días porque luego me salió mi trabajo.

¿Pero sí le hubiera gustado ser enfermero de una doctora bonita?
Ja, ja, ja, mejor de una paciente bonita. La verdad que nos debemos a los pacientes sin ningún tipo de distinciones.

¿Y los amigos le hacían bullying porque escogió esta carrera?
No, quizá en los años noventa para atrás, pero ahora estudiar enfermería para un hombre es muy común, tanto así que la asociación tiene registrado unos 800, esto es el 20 por ciento de la membresía. Pensamos que la enfermería es una vocación y no cuestión de género.

¿Qué hace un enfermero en términos generales?
Lo mismito que la enfermera. Es una labor dura: Somos la cara visible del sistema sanitario, pasamos las 24 horas con el paciente. Hacemos la labor de un médico, de un licenciado, el promotor, el aseador y hasta el vigilante, especialmente, en los centros de salud más remotos del país.

¿Se sienten valorados en su labor?
Hasta ahora el gobierno no reconoce nuestra labor y nos tienen abandonados, no tenemos estatutos, quisiéramos tener un colegio porque eso sería de mayor beneficio.

¿Cuál de los tres turnos es más difícil?
Los tres, como tenemos un compromiso con el paciente, no podemos decir el turno A es más fácil que el turco B o C. Son turnos duros por la carga laboral pero fácil cuando hay vocación, más allá del salario.

¿Vio morir a alguien?
Muchos, pero no por negligencia de nadie, sino por las circunstancias, no se pudo hacer nada. Lo más triste fue ver morir niños y lo único que queda es ponerse a llorar con los familiares.

¿Alguna anécdota que lo marcó?
Un niño de seis meses con diarrea y vómito, lo logramos canalizar, no había pediatra de guardia en ese tiempo, lo enviamos para San Pedro Sula pero pensamos que no iba a sobrevivir. Lo lindo fue cuatro años después que en una agencia bancaria de Santa Bárbara se me acercó su madre y me dijo llorando: Mire, este fue aquel niño que llegó muriéndose al hospital. Esa anécdota fue motivante para mí porque realmente uno puede decir estoy sirviendo en este mundo.

Pero hay enfermeros haraganes y malcriados con los pobres pacientes y familiares…
En la viña del Señor hay de todo y en todas partes y en todos los gremioss.

Y tienen mala imagen en general…
Admitimos que la carrera ha ido en decadencia por el mal ejemplo de algunos miembros que les interesa más el salario.

¿Qué están haciendo para revertir esa actitud?
Estamos capacitando a todos nuestros agremiados, hacerles ver que nuestros derechos son importantes pero más todavía los derechos de los pacientes porque se trata de salvar vidas.

¿Están fallando las escuelas de enfermería?
Yo diría que las privadas sí, porque no están haciendo ningún filtro.

¿Es bien pagada esta carrera?
En el privado se reconoce un poco más pero en el gobierno hasta hace unos pocos años estábamos con 5,800 lempiras de salario base, gracias a Dios logramos pasar a 12,600.

Sigue siendo muy bajo frente a la labor.
Claro, no es lo que quisiéramos. El 65 por ciento de nuestro personal son madres solteras. Estamos luchando por un mejor salario porque nuestra labor es de 24 horas cuidando los pacientes.

¿Hay discriminación para el enfermero auxiliar?
Mucho. A los enfermeros auxiliares nos ven como trapo viejo, de menos, nos quieren tener de conserje, aseador y todo. Le hacemos de todo y encima mal pagados.

¿Las enfermeras profesionales cuánto ganan?
El salario de ellas es de 19,000 lempiras y solo realizan labores administrativas, no trabajan con el paciente porque ese papel se lo dejan al auxiliar de enfermería.

¿Y muchos médicos también?
También, son médicos que se equivocaron de carrera, debieron estudiar para militar o policía.

¿Esa queja hacia los médicos es recurrente hasta de los mismos pacientes y familiares?
Sí, pero volvemos a lo mismo: Si usted no tiene vocación va a hacer las cosas de mala gana. Hay médicos que creen que uno es empleado de ellos y trabajadores personales.

¿Cómo está el sistema sanitario del país?
Hay una leve mejoría con relación a gobiernos anteriores pero falta mucho por hacer, esperamos que los medicamentos estén en las farmacias.

¿No hay medicina en los hospitales?
Se ha abastecido en un 60%, nosotros lo hemos visto en nuestros recorridos pero queremos que haya en un cien por ciento y que lleguen a tiempo para los enfermos.

¿Hay mafias en Salud?
Toda la vida se ha mencionado la corrupción en Salud, lastimosamente, no se le ha puesto un alto. El día que se agarre el primero y se le dé un castigo ejemplar las cosas van a cambiar. Falta compromiso de arriba hacia abajo. Se debe contratar al personal técnico y no activistas.

¿Se prestan los enfermeros auxiliares para estas redes de corrupción que se mencionan?
No podemos acusar a nadie, lo que siempre hemos dicho es que cualquiera que salga implicado le caiga todo el peso de la ley. No podemos avalar picardías. No es lo mismo robar en Soptravi que en Salud, aunque en ambos casos es un delito.

¿La asociación participa en los procesos de licitación y contratación en Salud?
Nunca nos han tomado en cuenta y es por eso que le estamos pidiendo a la secretaría que nos incluyan como veedores para que nos den atol con el dedo. Nos han dicho que sí.

¿Hay competencia entre las farmacias privadas a favor del paciente?
Lastimosamente, el tema no es de las farmacias privadas, el problema es que el sistema público no tiene medicamentos y así el paciente sufre porque le toca comprarlos en las farmacias privadas. Peleamos para que no mueran pacientes por falta de medicamentos.

¿Cómo llegó a la asociación?
Me involucré después de varios despidos en el 2006 y en el 2010 comencé de vocal y luego pasamos al tribunal de honor y desde hace ocho meses estamos en la presidencia.

¿Cuál es su mayor logro hasta ahora?
Hasta ahora hemos logrado pagar 51 millones de lempiras en plan de retiro a unos 500 compañeros que se fueron cesanteados y que tenían tres años de estar esperando, no le debemos ni un solo centavo a nadie. Hubo casos de hasta seis años pero nosotros estamos al día.

¿Hay despidos?
Fíjese que en empleados permanentes no hay despidos, hasta ahora hemos mantenido ese respeto, no quiere decir que vamos a apañar sinvergüenzadas, de ninguna manera, como tampoco vamos a permitir más atropellos de los jefes.

Sabemos que hay muchas expulsiones en esta organización, ¿qué pasa?
Después del 2 de mayo del 2016, tuvimos las elecciones. A los directivos de turno les tocaba entregar en enero y nos vinieron a entregar hasta agosto, querían quedarse de facto en contra de la voluntad de los afiliados.

¿Es cierto que sus antecesores hicieron piñata con los fondos de los afiliados?
Bueno, tenemos un congreso la otra semana y ahí llevamos esa auditoría para presentarla a la asamblea y que tome la mejor decisión.

¿Qué hallaron?
Muchas cosas, no voy a decir más por seguridad personal, pero sí le quiero decir que son cosas que nos hacen pensar que los dirigentes perdieron el rumbo.

¿Cuánto maneja la asociación al año?
Tenemos un seguro de vida y un retiro que es un acumulado de 200 lempiras para que una vez cesanteado reciba 100 mil lempiras inmediatamente, ya que Injupemp tarda ocho meses en pagar.

¿No se les pagaba a tiempo?
No, porque los directivos no tenían instrumentos de trabajo, aquí venía todo mundo y quería hacer fiesta, porque en el arca abierta hasta el justo peca.

¿Y ustedes cómo trabajan?
Hemos creado un código de ética y de transparencia para rendir cuentas de tal manera que después de nosotros nadie podrá hacer fiesta.

¿Por qué la asociación ha perdido beligerancia?
Porque sus directivos solo cuidaban su imagen y no la de sus agremiados, pero estamos resurgiendo de las cenizas como el ave fénix y vamos por más.

¿Cómo llegó a la vicepresidencia del CTH?
Fue todo un proceso y con el apoyo del secretario general Hilario Espinoza, a quien considero mi mentor, él nos ha dado el consejo sabio y oportuno.

¿Cuál es el desafío principal para las centrales obreras y los gremios?
La unificación como trabajadores es el principal desafío porque si seguimos divididos lastimosamente nos van a “reventar”, como decimos vulgarmente.

¿Qué espera en el caso del Seguro Social?
Como trabajadores, esperamos que los jueces pongan un precedente, no es justo que hayan muerto tres mil personas por culpa de cinco a seis personas que se hicieron millonarias a costa de la institución.

¿Y en Salud?
Lo mismo: Que la corrupción que se ventila en los medios termine, que haya transparencia en los procesos, aspiro a que siempre sea así.

¿Ustedes no se van a acomodar si los integran a estas comisiones de transparencia?
Jamás, porque nuestra misión principal son los pacientes. El que no quiera ayudar que se haga a un lado, y aquellos dirigentes acomodados deben dar un paso atrás y replantear su actitud o dejar que otra persona asuma. Si tienen compromisos con el gobierno es mejor hacerse un lado.