La moneda hondureña continúa apreciándose frente al dólar a mitad del año, luego que desde enero pasado empezó un ciclo de fortalecimiento que hoy día lo pone a 23.6062 lempiras por divisa “americana”, menor a 23.79 del precio de venta al público en diciembre de 2016.
En los últimos meses se ha apreciado en alrededor de 8 centavos debido a factores como la devaluación que han sufrido las monedas de los principales socios comerciales del país, indicó ayer lunes el Banco Central de Honduras (BCH).
La apreciación, pese a ser leve, está beneficiando las importaciones y consumidores que pagan cuotas dolarizadas como en telefonía móvil, televisión por cable o mensualidades de alquileres o vehículos.
El presidente del BCH, Manuel Bautista, explicó ayer que al 15 de este mes se registró “una apreciación cerca de ocho centavos comparados al año pasado, cuando cerramos en 23. 53 (precio de venta) y ahorita tenemos 23.44”.
“Lo importante es que los niveles de reserva del país se mantienen cubriendo 5.5 meses de importaciones. La estabilidad de nuestra moneda sigue siendo sólida”.
Argumentó a la vez, que “los factores que más han influido son la apreciación de los principales socios comerciales como el caso del peso mexicano, que pasó de 23.30 por dólar a 18.50. También el quetzal”.
A la par, las monedas de otros socios muestran cierta estabilidad, tomando en cuenta que los diferenciales del Tipo de Cambio, los índices de inflación y la entrada de divisas que fortalecen las reservas, son factores que determinan el valor del lempira.
Desde mediados del 2011 el lempira se viene deslizando cuando un dólar costaba 19.02 lempiras, acumulando hoy día un 20 por ciento de devaluación, pero la apreciación despierta suspicacia al ser este un año político.
En este contexto, el expresidente del BCH, Hugo Noé Pino recordó que este fenómeno no se miraba desde el 2005 cuando se experimentó cierto nivel de apreciación similar.
“En marzo del 2005 se paró la depreciación del tipo de cambio, ahora se habla que esta disminución drástica que ha llevado casi a un tipo de cambio fijo, está basada en la fórmula del Banco Central que la variación del peso mexicano ha permitido esta apreciación”.
“A mí me extraña mucho este argumento, porque el peso que tiene la moneda mexicana en relación al comercio con Honduras, es sumamente bajo” sería distinto se “estuviéramos hablando del dólar o del euro.
Sin embargo, contrastó que la entrada de 700 millones de dólares en deuda soberana, más 125 millones que llegaron del Plan para la Prosperidad, fortalecieron las reservas internacionales.
“Lo que preocupa es que esta situación es temporal y no sabemos si en el futuro, bien sea por algún choque externo o porque en el 2020 que nos toca pagar 500 millones de dólares de una sola vez esto se va a revertir drásticamente”. Llamó a ser “prudentes con el manejo del tipo de cambio, y si se está haciendo sobre bases de naturaleza política, al final, lo vamos a conocer”.