Claman por proyectos en la Nueva Capital

Una abnegada madre sujeta pesadas bolsas con víveres, mientras carga sobre su espalda a su hijo pequeño en un sendero fangoso de la colonia Nueva Capital, en el extremo oeste de Comayagüela, la gemela de Tegucigalpa.

Ese menor aprende a luchar aferrado a ella con sus fuertes bracitos, para no caer, pero aparenta estar pendiente de los pasos firmes de su progenitora.

Ese drama es parte de las dificultades que enfrentan decenas de capitalinos en ese sector y sus alrededores, como la aldea Guzmán, colonias Ricardo Álvarez, Josué 1:9 y Altos de la Laguna, en donde a diario lloran por mejoramiento urbano.

En otra vía pública, niños uniformados con sus mochilas a cuestas, se dirigen a sus respectivos centros escolares en busca del “pan del saber”.

Uno de ellos, tropieza con una piedra enorme y decide regresar a casa porque enlodó su cubayera.

Pobladores caminan entre lodazales, mientras los carros son sacrificados.

Nelson Ochoa, habitante de la aldea Guzmán compartió los problemas que sufren, en especial el pésimo estado en el que se encuentran las calles y avenidas.

“Los problemas más grandes son las calles, ahora solo a pie nos podemos movilizar y ni eso se puede a veces; uno se la lleva trabajando a diario y de noche ni las mototaxis se atreven a transitar”, se quejó Ochoa.

Las condiciones deplorables interfieren en la mayor parte de actividades en esas zonas, como el ingreso de vehículos que suplen de productos.

Asimismo, los cuerpos de socorro tienen inconvenientes cuando se presenta una emergencia, situación típica en tiempo de lluvias. “Ya hemos tenido muchas dificultades para auxiliar a las personas”, confirmó el miembro de una estación de bomberos cercana, Engelberto Sánchez.

Un problema grave es la falta de agua potable, los camiones cisterna no pueden ingresar en tiempo de lluvias.

LETRINAS

Otro grave problema es el colapso de las letrinas cuando llueve. Uno de los habitantes de la colonia Arturo Duarte, Mario Carías, manifestó que, “en cada tormenta rezamos para no enfermarnos porque el agua contaminada se sale de los pozos sépticos”.

“Lo peor de esta situación es que los niños juegan con el agua arremansada, debido a que no tenemos alcantarillas ni cunetas”, agregó Carías.

Por su parte, el poblador Miguel Reyes coincidió que las necesidades básicas son los proyectos de agua y de alcantarillado.

De momento, los proyectos de alcantarillas y cunetas brillan por su ausencia.

Al clamor diario de esas familias se suma la falta del servicio de energía eléctrica en algunas zonas.

La respuesta al SOS aparentemente va en camino, el segundo regidor municipal, Javier Velázquez, aseguró que para esos barrios y colonias están planificadas obras de infraestructura.

“Tenemos grandes proyectos sociales para ellos, como la reparación de las calles, no tengo el monto de la inversión, pero sí vamos a construir alcantarillas y huellas, entre otros”.

Velásquez comentó que dichos beneficios están previstos para los sectores 1, 2 y 3 de la colonia Nueva Capital.

Escolares “se la juegan” entre el lodo.