Trump recrudece su ataque a la periodista: “Es tonta como una roca”

Donald Trump mostró esta semana el nivel al que está dispuesto a llevar su ataque contra la prensa más crítica con su presidencia. Sus mensajes en las redes sociales fueron insultantes, con un lenguaje en el que asumió el papel de víctima. Empezó despachándose con The Washington Post y su patrón, Jeff Bezos, se regocijó después con el despido de tres periodistas de la CNN y denigró a los presentadores de Morning Joe. Si alguien pensaba que aprovecharía el puente del Día de la Independencia para bajar las armas, se equivocó.

Este sábado se despachó temprano con un primer mensaje en la bitácora electrónica. Su primer objetivo fue el grupo de medios NBC Universal y su matriz, el operador de cable Comcast, por el cese de Greta Van Susteren. La periodista no duró seis meses en la MSNBC, donde llegó tras abandonar la cadena Fox News en pleno escándalo por los casos de acoso sexual. Dice que sus jefes están «fuera de control» y le echaron porque se negó a entra en el juego del «odio a Trump».

El segundo mensaje de la mañana fue directo a la CNN, en un tuit en el que dijo que la cadena todo noticias hace «periodismo basura» y se felicitaba porque «finalmente» esté saliendo a la luz la información falsa que publican sobre su presidencia. Volvía así a meter el dedo en la llaga en el despido de tres periodistas que publicaron un reportaje sobre supuestos contactos de su equipo con funcionarios rusos en vísperas de la toma de posesión.

Trump puso la guinda con un tercer mensaje dirigido a Joe Scarborough, al que vuelve a llamar «loco», y a Mika Brzezinski, a la que califica de «tonta como una roca». Esta vez dice que los presentadores de Morning Joe «no son mala gente». El problema, dice, es que su programa «está dominado» por los jefes de la NBC en su empeño por ir a la caza de audiencia. Mal asunto». El asalto presidencial contra los dos periodistas estrellas de la MSNBC arrancó el jueves.

Mientras los dirigentes de los dos partidos piden al presidente que deje Twitter y se dedique a cosas más importantes, la Casa Blanca ven en estos ataques continuados a la prensa un altavoz para tener contentos a los electores más descontentos con los políticos en Washington y los medios de comunicación más liberales. «Trump combate al fuego con fuego», justificó esta semana la portavoz adjunta Sarah Sanders, «saben que eligieron a alguien que no se quedará cruzado de brazos»